Un caso de sanación de cáncer de pulmón – Entrevista a Felipe Dammert

Felipe Dammert ha demostrado que se puede vencer el cáncer de pulmón sin cirugía y sin la intervención de ningún procedimiento de la medicina convencional. Aunque al comienzo de su recorrido con el cáncer estuvo haciendo dietas de desintoxicación y enemas de café, Felipe logró su recuperación siguiendo lo que establece al Nueva Medicina Germánica, cuyos fundamentos desarrolló el Dr. Ryke Hamer. Felipe también es buen conocedor de la Nueva Medicina Germánica.

En esta entrevista a Felipe Dammert, hablamos del proceso que siguió desde su diagnóstico hasta vencer el cáncer de pulmón.

En este blog trato de difundir el hecho de que un diagnóstico de cáncer no tiene que ser una sentencia de muerte y el caso de Felipe es una prueba palpable de ello. Efectivamente, es posible lograr la recuperación de un paciente de cáncer, aún en casos muy avanzados, para los que la medicina convencional ofrece sólo cuidados paliativos.

A continuación reproduzco el texto de la entrevista con Felipe Dammert sobre su caso de cáncer de pulmón:

¿Cuál fue tu diagnóstico?

Hace poco más de cuatro años, en diciembre del 2016 comencé a sentir mareos y pérdida del equilibrio, me sentía muy cansado e incluso por momentos no podía expresarme bien y balbuceaba. Al principio no le hice caso pensando que se iba a pasar, incluso tomé pastillas para el mareo (gravol). Sin embargo, conforme pasaban los días me sentía peor.

Al cabo de una semana, como la cosa se estaba poniendo seria, decidí ir a la clínica para que me vea un médico. Dados mis síntomas, correspondía que me atendiera en la especialidad de neurología. Me hicieron todos los análisis y pruebas que consideraron necesarios desde el punto de vista neurológico, pero no encontraron nada. Yo me sentía cada vez peor.

Luego de dos semanas, en las que estuve haciendo reposo, volví a la clínica, dado que me seguía sintiendo mal. En esta oportunidad me realizaron exámenes más profundos y finalmente encontraron un tumor en el pulmón.

A la luz de la información disponible, los médicos encontraron que ese tumor debía ser el culpable de mis síntomas. Al enterarme, a pesar de la gravedad que representa un diagnóstico de ese tipo, me puse más tranquilo porque tenía una visión más clara de lo que estaba pasando.

Por otro lado, gracias a una experiencia de hacía algunos años en un centro de desintoxicación con la terapia Gerson, tomé las cosas con bastante calma. Esta terapia, que fue desarrollada por un doctor alemán, se viene aplicando desde hace muchos años. La terapia Gerson utiliza la alimentación y procesos de desintoxicación, para lograr resultados positivos en la recuperación de pacientes con cáncer. Esa experiencia fue muy reveladora y en ese momento, con mi ahora ex-pareja, dijimos que si algún día tuviéramos un problema serio de salud, seguiríamos esa terapia.

¿Qué fue lo que te planteó la medicina convencional y qué enfoque de tratamiento seguiste para el cáncer de pulmón?

Ante esos antecedentes y con las experiencias que tuve con las terapias alternativas, decidí comenzar a ver opciones en México para seguir tratamiento con la terapia Gerson.

Mientras tanto, todavía en Lima, vi a varios oncólogos y contacté a uno muy conocido en el del Perú. El diagnóstico de este médico era que tenía un adenocarcinoma de pulmón, de casi 3 centímetros. Su recomendación fue la cirugía, para extraer el tumor y una parte del pulmón afectado. No obstante, decidí no seguir su recomendación.

Entonces me fui a México (Tijuana) y comencé con la terapia Gerson. Poco a poco los síntomas que tenía fueron desapareciendo.

Estuve bajo ese tratamiento durante 3 semanas y de acuerdo con lo que me dijeron, debería seguirlo por dos años. La siguiente etapa podría hacerla en mi casa. El tratamiento consistía principalmente de una dieta de desintoxicación, prácticamente con toda la comida cruda y enemas de café (3 al día). Seguí haciendo los enemas durante 5 meses. Dan energía y me hacían sentir muy bien. Ahora los extraño.

¿Cómo llegas a la Nueva Medicina Germánica?

Yo había estado compartiendo mi caso por Facebook y me sentía que dominaba todos los aspectos de un proceso de sanación del cáncer. En el mes de mayo más o menos, 2 personas casi en simultaneo, me hablaron de la Nueva Medicina Germánica y me refirieron al doctor Castellanos. Sin embargo en un principio no les hice caso, porque me sentía bien.

Finalmente, decidí contactar al Dr. Castellanos. Ahí me enteré que había escrito un libro sobre el tema, junto con Miguel Dammert Krebs, por coincidencia mi primo. Posteriormente, nos reunimos y me habló sobre la Nueva Medicina Germánica. Me comencé a interesar mucho.

Un aspecto importante para mí es perder el miedo. A medida que conocía más sobre este esquema y entendía sobre el proceso de desarrollo del cáncer, encontraba toda la explicación y eso me ayudó a perder el miedo. Ese fue un momento determinante en mi sanación del cáncer de pulmón. Hablé mucho con el Dr. Castellanos y con mi primo, para profundizar sobre la Nueva Medicina Germánica y a medida que más conocía, el miedo se iba diluyendo.

Adenocarcinoma de pulmón o carcinoma bronquial

Después de unos meses, regresé con los médicos para hacer nuevos controles sobre la evolución de la enfermedad. En los resultados salió que el tumor había crecido, aunque la variación era muy pequeña.

A pesar de que el crecimiento fue muy pequeño, me volvió el miedo. Pero luego de consultar distintas fuentes, entendí que 2 o 3 milímetros de crecimiento no era una diferencia importante. Ese crecimiento se podría explicar por cosas como el proceso inflamatorio asociado al cáncer, acumulación de agua en el tumor o el nivel de precisión de la tecnología y no porque realmente el tumor se hubiera expandido. Yo seguía tomando confianza y me olvidé del tumor.

Gracias al apoyo de distintas personas que forman parte de la comunidad de la Nueva Medicina Germánica, pudimos concluir que mi caso no era un adenocarcinoma de pulmón (se localiza en las zonas periféricas de los pulmones), sino un carcinoma bronquial (poco frecuente y de crecimiento lento, que se desarrolla en los bronquios). Los síntomas que tenía no guardaban ninguna relación con el adenocarcinoma.

Se llegó a esa conclusión luego de analizar los tipos conflictos biológicos (evento traumático, que toma a la persona por sorpresa y en soledad o aislamiento) asociados a cada uno de esos dos tipos de cáncer de pulmón. Los tipos de conflictos que yo había vivido, tienen más relación con los asociados al carcinoma bronquial.

¿Cuál fue el origen de tu cáncer de pulmón, es decir cuál fue el conflicto?

Mi anterior pareja era también mi socia y decidimos ir a vivir juntos. Ella tiene dos hijos. Sin embargo, en la convivencia experimenté limitaciones y frustraciones de tipo territorial, porque no podía ejercer mis derechos como padre. El hecho de que fuéramos socios hizo más complejas las cosas. El otro conflicto territorial que tenía se presentaba al momento de hacer negocios, porque ella era mi jefa. Quiero aclarar que el conflicto se generó por un tema de personalidades.

De acuerdo con la Nueva Medicina Germánica, el adenocarcinoma de pulmón se relaciona con el miedo a morir. Mientras que el carcinoma bronquial se relaciona con un conflicto generado por una amenaza del territorio del paciente y es masculino. Por ello es importante conocer todo el contexto del paciente al momento del diagnóstico.

A partir de toda esa información, descubrí que la causa del problema fue la primera separación que tuve de mi pareja. Esa fue la gota que derramó el vaso. La constante en la relación eran conflictos de territorio, muy seguidos y se agravó cuando nos asociamos.

Quiero recalcar lo importante que es que el paciente pierda el miedo. De acuerdo con nuestra naturaleza, el miedo produce estrés y el estrés tiene un efecto a favor del desarrollo del cáncer.

¿Cómo resolviste el conflicto?

Pienso que resolví el conflicto sin darme cuenta. Aunque mi separación en forma definitiva de mi pareja fue un momento clave, me queda claro de que había comenzado a resolver el conflicto meses antes de ese evento. No fue un trabajo consciente, porque en ese momento no conocía la Nueva Medicina Germánica y por lo tanto no sabía de la relación que tienen los conflictos biológicos con el origen y desarrollo del cáncer.

Lo curioso es que si no me hubiera hecho esos análisis, tal vez no me hubiera enterado que tuve cáncer de pulmón. Por otro lado, si hubiera seguido lo que me propuso el oncólogo famoso que consulté, ya me habrían quitado un tercio del pulmón. Los médicos tenían que encontrar una causa para los síntomas que tenía y el tumor identificado era la respuesta que buscaban.

Ese es un caso típico de sobre diagnóstico, como ocurre en forma más frecuente de lo que quisiéramos, con el cáncer de mama.

Nota del editor

El cáncer es una enfermedad compleja que tiene distintas causas y factores de riesgo, y cada paciente es un universo distinto. En este punto es importante recordar que la curación y sanación de un paciente son dos cosas distintas. La medicina convencional busca la curación del paciente a través de medios externos, como la cirugía, quimioterapia o radioterapia, que atacan al tumor pero no buscan la sanación del paciente y es por eso que tienen tan baja efectividad. En el caso de Felipe, aunque no es posible ver imágenes que prueben que su cáncer de pulmón esta curado, sí es posible considerar que está sanado. La sanación se produce al identificar y resolver las causas subyacentes del cáncer. Luego de más de cuatro años del diagnóstico y sin ningún tratamiento médico, el estado general de salud de Felipe es muy bueno y no tiene ningún síntoma. Un escenario es que el tumor esté encapsulado, un término utilizado para expresar que está cubierto por una capa de tejido, se encuentra en una fase estable, no crece y no representa una amenaza para la salud del paciente.