En este post presento un resumen de la sexta de las 9 claves de la curación natural del cáncer, de acuerdo con la Dra. Kelly Turner, que tiene que ver con: aumentar emociones positivas para sanar del cáncer. Puedes leer el post que hace la introducción a las 9 claves de la curación natural del cáncer, en el que encontrarás también los links a los posts que tratan las otras claves. A continuación el resumen.
Aumentar emociones positivas para sanar del cáncer
El secreto para una buena vida puede ser tan simple como el significado de una sola palabra: Felicidad. Cuando nos sentimos felices y amados, nuestros cuerpos físicos son inundados con células del sistema inmunológico que combaten el cáncer. Nuestras vidas se liberan del estrés y de las preocupaciones y mejoran nuestras relaciones tanto sociales como de trabajo.
Los sobrevivientes estudiados se esfuerzan para encontrar formas de incrementar la cantidad de amor, alegría y felicidad que sienten en el momento presente.
Es importante notar que liberar emociones que están estancadas en nuestro cuerpo (tema que lo trata la Dra. Kelly Turner en el capítulo 5 del libro), es algo muy diferente de lo que se va a tratar en este capítulo. Liberar emociones reprimidas del pasado, no necesariamente significa aumentar las emociones positivas en el presente, aunque ciertamente allana el camino para que eso suceda.
En este capítulo se explora qué son las emociones positivas y cómo afectan el sistema inmunológico y se discuten dos importantes aspectos sobre aumentar las emociones positivas para sanar del cáncer. Se analiza en detalle el caso de un paciente de cáncer en estado 4, que consideró la felicidad diaria como su más importante medicina (no desarrollado en este post). Finalmente, la Dra. Kelly Turner ofrece una receta para divertirse, en base a lo que aprendió de las personas estudiadas.
¿Qué son emociones positivas?
Las emociones positivas que los sobrevivientes de cáncer tratan de experimentar diariamente son alegría, felicidad y amor. La mayoría de las personas estarán de acuerdo en las definiciones de las palabras alegría y felicidad, pero el uso de la palabra amor en este capítulo puede requerir una explicación.
En el libro se discuten tres tipos de amor. El primero es el que sientes cuando te amas a tí mismo, a tu vida y a otros. Es un sentimiento de amor que sale del interior y que lo proyectas hacia el exterior.
El segundo tipo es el que recibes de otros, que también es conocido como soporte social. En forma intencional se han separado estos dos tipos de amor, porque los participantes del estudio se refieren a ellos como dos acciones distintas y también porque no todos somos capaces de experimentar los dos.
El tercer tipo, es un amor incondicional y espiritual que no tiene sentido de separación ni sentido de tu y yo.
Este capítulo se centra en el primer tipo de amor.
Muchos de los sanadores alternativos consultados también hablan de la importancia de aumentar emociones positivas para sanar del cáncer. Uno de ellos, un maestro de meditación y acupunturista de China, aconseja a sus pacientes de la siguiente manera:
“Los pacientes de cáncer no deberían centrarse en el tratamiento sino en mejorar sus vidas. En la medida que ellos hagan ese cambio, todo cambiará. Incluso si están recibiendo quimio o radiación y se están sintiendo muy mal, deberían hacer su mejor esfuerzo y darse un tiempo para salir y practicar meditación o qigong (relacionado al tai chi), cosas que realmente dan vida”.
¿Qué le pasa a nuestros cuerpos cuando aumentamos las emociones positivas?
Los investigadores saben ahora que existe una conexión inmediata y poderosa entre la mente y el cuerpo. En primer lugar, nuestras creencias profundas nos llevan a sentir emociones como miedo, estrés o felicidad, que crean una ráfaga instantánea de hormonas en nuestros cerebros. Esas hormonas le dicen a nuestros cuerpos qué hacer.
Cuando sentimos miedo o estrés, nuestras hormonas instruyen a las células para que inicien una reacción de lucha o huída (relacionado con nuestros antepasados primitivos). Cuando sentimos alegría o amor, nuestras hormonas le dicen a nuestros cuerpos que dediquen tiempo a reparar las células dañadas, que digieran alimentos o que curen las infecciones.
Estos dos modelos son excluyentes. Nuestros cuerpos pueden estar en modo lucha/huída o en sanación, pero no en ambos. Para que nuestro cuerpo se ponga en modo de sanación, tenemos primero que apagar el modo lucha/huída y una forma poderosa de hacerlo es liberando emociones reprimidas del pasado.
Tan pronto como apagamos el modo lucha/huida, el cuerpo comienza a sanarse. Sin embargo, nosotros podemos “subir la intensidad” a ese proceso de sanación, tal como lo haríamos con el volumen de la música, a través de sentir intencionalmente emociones positivas como alegría, felicidad o amor.
Esto ocurre porque aumentar las emociones positivas le da un tremendo impulso al sistema inmunológico. Tan pronto como sentimos alegría, felicidad o amor, las glándulas de nuestros cerebros segregan hormonas sanadoras que incluyen serotonina, relaxina, oxitocina, dopamina y endorfinas. Esas hormonas se comunican en forma instantánea con todas las células en nuestro cuerpo, diciéndoles que hagan cosas como:
- Bajar la presión arterial, el ritmo cardíaco y el cortisol (la hormona del estrés).
- Mejorar la circulación sanguínea.
- Respirar profundamente, lo que incrementa la disponibilidad de oxígeno.
- Digerir nuestros alimentos más lentamente, lo que ayuda al cuerpo a absorber más nutrientes.
- Incrementar la actividad de los glóbulos blancos y rojos, lo que ayuda al sistema inmunológico.
- Incrementar la actividad de las células asesinas naturales, lo que ayuda al sistema inmunológico a combatir el cáncer.
- Eliminar las infecciones.
- Buscar y eliminar células cancerosas.
Todos esos cambios asombrosos han sido documentados en estudios clínicos. En ellos se ha contado la cantidad de células del sistema inmunológico antes y después de mostrarles a los participantes el video de una comedia.
Estudios similares han encontrado que gente que está sufriendo enfermedades graves y que tienen en general una actitud positiva, viven un tiempo significativamente mayor que otras en la misma situación pero que son más pesimistas.
La felicidad debe ser un hábito
Cuando los sobrevivientes de cáncer hablan sobre tratar de sentir más amor, alegría y felicidad, para hacer que sus cuerpos sanen, lo hacen como si se tratara de lavarse los dientes o de hacer ejercicio: Ellos ven la felicidad como un hábito que debe ser practicado todos los días, para obtener sus beneficios. Esta es una idea importante porque solemos asumir que si no nacemos felices, ya no podemos serlo.
Los sobrevivientes y los sanadores estudiados estarían en desacuerdo con la afirmación anterior. Ellos consideran que podemos sentir alegría plena en nuestras vidas, en la medida en que practiquemos el sentirnos felices día a día.
Para muchos de los sobrevivientes de cáncer estudiados, sentirse feliz era algo imposible inmediatamente después del diagnóstico de cáncer. Sin embargo, se dieron cuenta que estar atascados en el temor día tras día, no era ni placentero ni ayudaba a su sistema inmunológico.
Al principio, ellos se vieron forzados a hacer cosas que alejen ese sentimiento de temor y que traigan algo de alegría, aunque sólo fuera por unos minutos. Descubrieron que al intentarlo todos los días, poco a poco conseguían traer más rápido ese sentimiento y disfrutar sus efectos por más tiempo. Tal como si tomaran una medicina que los hacía sentirse mejor.
Como dice Carlos Sauer un sanador de Brasil, con relación a la importancia de hacer de la felicidad un hábito diario: “una dosis diaria de felicidad es una de las más importantes “medicinas” que podemos tomar”.
No tienes que sentirte feliz todo el tiempo
Hay que tener en cuenta que no es necesario estar feliz todo el día, cada día, para poder mejorar la salud. Estamos hablando de hacer el compromiso de sentirse feliz por al menos cinco minutos al día. ¿Te puedes imaginar la presión de tener que sentirte feliz todo el tiempo? Especialmente cuando estas lidiando con una enfermedad que amenaza tu vida.
Los sobrevivientes y sanadores entrevistados consideran que es más saludable para una persona sentir plenamente todas y cada una de sus emociones y luego liberarlas completamente, sean estas positivas o negativas.
Hacer ello permite experimentar todo el rango de la expresión humana, pero también experimentar más tiempo una felicidad verdadera, entre las distintas olas de emociones.
Todos los sobrevivientes consultados experimentaron días e incluso meses enteros, llenos de dolor, miedo y tristeza. Cuando estás viendo de cerca a la muerte, es imposible no sentirse así. Sin embargo, incluso en los días más difíciles, ellos trataban de esforzarse para encontrar al menos un momento de felicidad.
Aumentar emociones positivas para sanar del cáncer – Acciones a tomar
La cruda realidad es que muchos de nosotros no somos felices. Hay mucha gente en el mundo que sufre alguna forma de depresión. Lo que es peor, millones de personas que no están clínicamente deprimidas, se sienten profundamente aburridas e insatisfechas con sus vidas.
Esos estados emocionales son de poca ayuda para que nuestro sistema inmunológico pueda combatir las enfermedades.
La buena noticia es que no cuesta nada de esfuerzo traer un poquito de alegría a nuestras vidas, incluso si te encuentras en el medio de una experiencia traumática de cáncer.
Sin embargo requiere constancia. Por ejemplo, uno de los pacientes hacía citas diarias para reír con su hija. De la misma manera en que no te va a ayudar a ponerte en buena forma física el estar sentado en tu sillón viendo televisión, no vas a mejorar tu felicidad sin hacer nada.
En su lugar, tienes que proponerte hacer cada día alguna cosa que te pueda traer un poco de alegría o felicidad. Puede sentirse como algo forzado al principio, pero si continuas con tu compromiso diario hacia la felicidad, la serotonina comenzará muy pronto a fluir más rápido y fácil.
A continuación brindo algunas prácticas de los sobrevivientes con el fin de aumentar emociones positivas para sanar del cáncer:
Una receta para la diversión
Comienza cada día con una sonrisa o con un sentimiento de felicidad
Con el fin de sonreír, comienza tu día viendo tu video favorito de Youtube, leyendo un chiste que te llegó de un servicio de suscripción o revisando un álbum de fotos que te haga reír. O, para sentir gratitud, guarda un diario de gratitud junto a tu cama y escribe cinco cosas por las que estás agradecido, antes de levantarte cada mañana.
Revisa las noticias
Estos días somos bombardeados constantemente con mucha información, que en su mayoría provoca sensaciones negativas o de miedo. Asegúrate de que sonríes o sientes gratitud antes de ver las noticias cada día y experimenta reduciendo la cantidad de noticias que ves cada día. Al hacerlo notarás un cambio en tus emociones para mejor, aunque manteniéndote al tanto de lo que pasa a tu alrededor.
Revisa lo que ves en la televisión
En adición a las noticias, analiza el tipo de programas de TV o películas que ves. Las series de detectives o los dramas pueden ser interesantes, pero no tienen un efecto positivo sobre el sistema inmunológico, como lo tienen los programas de comedias. Por el contrario, los programas de drama desencadenan una respuesta de estrés en el cuerpo. Por lo tanto, trata de incluir más comedias entre las cosas que ves.
Encuentra amigos divertidos
La familia y los amigos pueden desencadenar también una respuesta de estrés en tu organismo, tal como lo hacen las noticias o los programas de detectives. Analiza con detalle tu círculo de amistades y pregúntate: ¿Esta persona me da o me quita energía? Comienza a pasar menos tiempo con aquellas personas que te quitan energía e incrementa el tiempo que pasas con las personas que te dan energía.
Ponte activo
Identifica actividades que te den alegría y que puedas desarrollar en tu vida diaria de inmediato. Algunos ejemplos son hacer ejercicio, caminar en la naturaleza, arreglar el jardín, bailar, cantar, meditar, tomar fotografías, llamar a un viejo amigo, hacer un regalo, tomar lecciones de música, unirte a un voluntariado, etc. Hazte el compromiso de practicar una actividad real que te de felicidad (mirar televisión no cuenta), al menos tres veces a la semana.
Haz una evaluación cada noche
Antes de irte a dormir cada noche pregúntate: ¿He tenido al menos un momento de felicidad este día? Si fue así, recuerda el momento y agradece por el. Si no, vuelve a leer la primera sugerencia y trata de sonreír o sentirte agradecido, antes de irte a la cama.
Aumentar emociones positivas para sanar del cáncer – Resumen
El mensaje principal de este capítulo es realmente muy simple: Si estás bajo estrés crónico, tu cuerpo no puede sanar. Por el contrario, si te comprometes a estar feliz al menos unos cinco minutos al día, estarás dándole un combustible muy poderoso a tu sistema inmunológico.
Trata de encontrar todos los días sentimientos de amor, alegría y felicidad. Sentirte feliz cada día, aunque sea sólo por cinco minutos, es tan importante para tu salud como cualquier medicina que podrías tomar.
Fuente
9 claves de la curación natural del cáncer y otras enfermedades, Dra. Kelly A. Turner
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