Los colorantes alimentarios se añaden a diferentes tipos de productos para aumentar su atractivo visual o para compensar las variaciones naturales de color. El uso de estos aditivos está generalmente regulado por las autoridades en distintos países del mundo. Existe una creciente preocupación por la seguridad de algunos colorantes alimentarios legales de uso común y existe una tendencia a reemplazar las formas sintéticas con productos naturales. En este post trato de dar un poco más de luces sobre los riesgos de los colorantes artificiales.
¿Qué es un aditivo de color o colorante alimentario?
Un aditivo de color o colorante alimentario es cualquier tinte, pigmento u otra sustancia química que imparte color añadido a alimentos, bebidas o cualquier aplicación no alimentaria, incluidos los productos farmacéuticos. Además, un aditivo de color también es cualquier sustancia química que reacciona con otra sustancia y provoca la formación de un color. Generalmente se utilizan para mejorar la apariencia de los alimentos o medicinas, dándoles color artificial.
La gente ha agregado colorantes a los alimentos durante siglos, pero los primeros colorantes alimentarios artificiales se crearon en 1856 a partir de alquitrán de hulla.
Hace muchos años se usaban colorantes basados en pigmentos de plantas o de animales. Con el avance de la tecnología y el incremento paulatino de los costos de los colorantes naturales, se han ido desarrollando colorantes artificiales de origen químico, que suelen ser bastante más económicos y tienen una mayor disponibilidad que los naturales.
Recientemente se ha prestado cada vez más atención a los riesgos de los colorantes artificiales en los alimentos, concretamente de los colorantes azoicos. Este grupo de colorantes suele estar formado por colores brillantes.
Riesgos de los colorantes artificiales
A lo largo de los años se han desarrollado cientos de colorantes artificiales, pero con el tiempo se ha ido descubriendo que la mayoría de ellos son tóxicos. Sólo hay unos pocos colorantes artificiales que todavía se utilizan en los alimentos.
Los fabricantes de alimentos suelen preferir los colorantes artificiales a los colorantes alimentarios naturales, porque los primeros producen colores más vibrantes.
Sin embargo, existe bastante controversia con respecto a los riesgos de los colorantes artificiales, aunque los que se utilizan actualmente en los alimentos deberían haber pasado por pruebas de toxicidad en estudios con animales. A pesar de que existen esos estudios, en muchos casos se ha analizado el consumo individual de los colorantes artificiales y no se suele analizar el consumo combinado o el efecto acumulativo del consumo a largo plazo. En definitiva, son sustancias químicas no naturales que nuestros organismos no están preparados para asimilar.
El consumo de colorantes artificiales ha aumentado un 500% en los últimos 50 años, en paralelo con el incremento en el consumo de alimentos ultra procesados, lo que incluye cereales para el desayuno, meriendas y bebidas envasadas y los niños son los mayores consumidores. Al respecto existen evidencias para afirmar que los colorantes artificiales causan efectos secundarios graves, como hiperactividad en los niños e incrementan el riesgo de cáncer y de alergias.
El tema es muy controvertido y existen muchas opiniones contradictorias sobre los riesgos de los colorantes artificiales. A continuación me refiero a ciertos grupos de colorantes artificiales que han sido cuestionados por sus riesgos:
Colorantes artificiales azoicos
Los azoicos son un grupo de colorantes totalmente sintéticos, derivados originalmente del alquitrán y posteriormente del petróleo. Históricamente, gracias a que utilizan insumos baratos y de alta disponibilidad, los colorantes azoicos han tenido bajo costo.
Son conocidos por producir colores brillantes de alta intensidad en los alimentos, bebidas y medicinas y porque son más estables que sus alternativas naturales. De acuerdo con las estadísticas disponibles, los colorantes azoicos representan alrededor del 65% del mercado de colorantes.
Los colorantes azoicos son un grupo bastante amplio de más de 3000 sustancias sintéticas distintas. Primero se utilizaron en la industria textil y más adelante comenzaron a ser utilizados en otros sectores como la producción de alimentos, ya que permiten obtener un aspecto más apetecible y ayudan a enmascarar las pérdidas de color por la manipulación o mala conservación. De esta forma se podrían vender productos que tal vez ya no estaban en sus mejores condiciones pero con un buen aspecto.
En la actualidad existen 11 colorantes azoicos que se utilizan típicamente en alimentos:
Los 6 colorantes artificiales de Southampton
Existen 6 colorantes artificiales que se conocen como los “6 de Southampton”, en alusión a un estudio realizado en la universidad de ese nombre. El grupo incluye a 5 colorantes azoicos y al amarillo quinoleína.
En el año 2007 un grupo de científicos de la Universidad de Southampton publicó los resultados de una investigación realizada para determinar el efecto de ciertos colorantes artificiales y el benzoato de sodio en la hiperactividad y otros comportamientos adversos en niños.
Los colorantes de este grupo han sido asociados con efectos tóxicos al sistema nervioso, con riesgo de daño al ADN y de tener efecto carcinógeno.
La Agencia de Estándares Alimentarios del Reino Unido concluyó en base a esos resultados que los colorantes artificiales involucrados deberían ser eliminados de todos los alimentos procesados en forma voluntaria por la industria de ese país para el 2009.
Posteriormente, el Parlamento Europeo adoptó nuevas regulaciones de etiquetado para los productos que contengan cualquiera de esos colorantes. La nueva regulación establecía que esos colorantes debían aparecer en la etiqueta no sólo con el código “E-XXX” establecido, sino también con las palabras “puede tener efectos adversos en la actividad y atención en niños”.
Los colorantes artificiales que incluye el grupo de los 6 de Southampton son:
Otros colorantes artificiales
Hay otros colorantes artificiales que no aparecen en las listas anteriores, pero no porque no tengan potenciales riesgos, sino porque no tienen un nivel tan alto de toxicidad.
Algunos colorantes podrían en principio tener un efecto tóxico mínimo, pero al tener un origen artificial, podrían estar contaminados con químicos que sí son tóxicos.
En general la recomendación sería tratar de evitar los colorantes artificiales en los alimentos procesados o mejor aún minimizar el consumo de alimentos procesados.
Referencias
- These Food Ingredients Are Banned In Europe But Allowed In The U.S.
- Artificial food colours and children
- Food Dyes: Harmless or Harmful?
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