
Desde pequeños nos han convencido de que beber leche es fundamental para crecer sanos y fuertes, sobre todo por su contenido de calcio. De grandes también nos han convencido de que los lácteos nos van a proteger contra la osteoporosis. Cada vez hay más estudios serios que demuestran que el calcio de la leche de vaca no es absorbido eficientemente y que más bien contribuye a la descalcificación de los huesos. En este post comparto 8 beneficios de dejar los lácteos:
8 razones para dejar los lácteos
Seguimos consumiendo grandes cantidades de lácteos y no sólo la industria se encarga de promover su consumo, sino también las autoridades, a pesar de que existen evidencias científicas que cuestionan sus beneficios para la salud e indican potenciales riesgos de su consumo. Aunque los productos lácteos se comercializan como un alimento esencial para huesos fuertes, eso no es totalmente cierto. A continuación trato sobre las 8 beneficios de dejar los lácteos.
1. No es buena para la salud de los huesos
El título puede parecer contradictorio, a la luz de lo que nos han repetido muchas veces, pero no lo es. Aunque el desarrollo de la osteoporosis involucra una serie de factores, estudios observacionales realizados en los países que exhiben el mayor consumo de leche por cabeza, dan como resultado que tienen altas tasas de osteoporosis (ver referencias). Hoy en día sabemos que no debemos fijarnos sólo en la cantidad de calcio que ingerimos, sino también en cuánto absorbemos y cuánto perdemos.
Las dietas altas en productos de origen animal, entre ellos la leche, generan compuestos acidificantes como resultado del metabolismo. El organismo necesita neutralizar esa acidez y para ello dispone extraer minerales (calcio principalmente) de los huesos y dientes.
Los lácteos no representan beneficios para los huesos y dientes
Más sorprendentes aún son los resultados de una investigación que muestra que los lácteos representan poco o ningún beneficio para los huesos y dientes. Una revisión de estudios publicada en el 2005 en el Diario de Pediatría mostró que beber leche no mejora la fortaleza de los huesos en niños. En un estudio más reciente, los investigadores hicieron seguimiento a las dietas, el ejercicio y las tasas de fracturas por estrés (debido a movimientos repetitivos) de mujeres jóvenes durante 7 años y concluyeron que los lácteos y el calcio no previenen las fracturas por estrés en mujeres adolescentes.
¿Cómo es posible? En primer lugar, los huesos necesitan más que sólo calcio. Por ejemplo la vitamina K es importante para la salud de los huesos, pero en general los productos lácteos contienen muy poco de esta vitamina. Los vegetales en general son mejores fuentes de calcio porque muchos de ellos contienen calcio y vitamina K, como la col rizada y el brócoli. Igualmente las menestras como los fréjoles, son también altas en calcio, lo mismo que el tofu o la melaza, de la que se elabora la panela.
La vitamina D es un elemento importante en la asimilación del calcio y si no está disponible en el organismo en cantidades suficientes, no podremos asimilar el calcio que necesitamos. La leche no contiene vitamina D de forma natural, aunque se le suele añadir durante el procesamiento. La fuente natural de vitamina D es la luz del sol y nuestra piel la produce cuando se expone a ella.
Por otro lado, pocos alimentos contienen vitamina D en forma natural. Por ello hay distintos productos de uso cotidiano como cereales, panes, jugo de naranja y leches vegetales que son enriquecidos con vitamina D. También se puede obtener a través de suplementos.
Finalmente, el ejercicio es una de las formas más efectivas de incrementar la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.
2. Riesgo de enfermedades cardiovasculares
Los productos lácteos contribuyen a la dieta con cantidades significativas de colesterol y grasas saturadas. Se sabe que las grasas saturadas incrementan el colesterol malo (LDL) que a su vez aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y ACV, y pueden ocasionar otros problemas serios de salud.
Se ha demostrado que una dieta baja en grasa, constituida principalmente de vegetales, no solo puede prevenir la enfermedad cardiovascular sino incluso revertirla.
Un vaso de leche entera de 240 ml contiene 150 calorías y 8 gramos de grasa, 5 de los cuales son saturadas. Adicionalmente contiene 24 miligramos de colesterol.
3. Mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer
El consumo de lácteos se asocia con un mayor riesgo de distintos tipos de cáncer, especialmente del sistema reproductivo. Esta es otra buena razón para dejar los lácteos.
Los lácteos contienen el factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1). El IGF-1 es una hormona que regula los efectos de la hormona del crecimiento en el cuerpo. Juntos, el IGF-1 y la hormona del crecimiento promueven el crecimiento normal de los huesos y los tejidos. A mayor IGF-1 habrá mayor incentivo al crecimiento de los tejidos, lo que puede incentivar la reproducción de las células cancerosas.
Con relación al riesgo de cáncer de próstata, se han realizado estudios en distintas poblaciones que encontraron una relación fuerte y consistente entre el nivel de IGF-1 en la sangre y el riesgo de cáncer de próstata.
Un estudio realizado con 1893 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama invasivo en etapa inicial, reveló que comer productos altos en grasa se relaciona con mayores tasas de mortalidad. Un consumo tan pequeño como media porción diaria se asoció a un incremento significativo del riesgo.
El consumo de productos lácteos puede contribuir también al desarrollo del cáncer de ovario. Los investigadores han encontrado que dicha relación puede deberse a la descomposición de la lactosa, el azúcar de la leche en glucosa y galactosa. La galactosa es un tipo de azúcar que puede ser tóxico para las células de los ovarios. El Centro de Estudios de Salud para la Mujer de Iowa encontró que las mujeres que consumían más de un vaso de leche al día tenían 73% más posibilidades de desarrollar cáncer de ovario que las que bebían menos de esa cantidad.
Finalmente, en un estudio extenso publicado en el Diario Británico de Cáncer, se identificó a 22,788 personas que eran intolerantes a la lactosa y se encontró que aquellos que evitaban los lácteos por la intolerancia a la lactosa, tenían una menor incidencia de cáncer de pulmón, mama y ovarios que otros miembros de sus familias que no evitaban los lácteos.
4. Mayor riesgo de diabetes tipo 1
El desarrollo de diabetes tipo 1, que es dependiente de la insulina, está ligado al consumo de productos lácteos en la infancia. Un estudio realizado en Finlandia en el 2001 con cerca de 3000 niños que tenían un riesgo genético alto de desarrollar diabetes, mostró que la introducción temprana de la leche de vaca incrementaba la susceptibilidad a la diabetes tipo 1.
Adicionalmente, la Academia de Pediatría de Estados Unidos observó una reducción del 30% en la incidencia de diabetes tipo 1 en infantes que evitaron la exposición a la leche de vaca por lo menos en los primeros tres meses de vida.
5. Mayor riesgo de alergias
La alergia a la leche de vaca es una de las alergias alimentarias más frecuente en niños y suele aparecer durante los primeros años de vida. Esa es otra de los beneficios de dejar los lácteos. La mayoría de los niños dejan de ser alérgicos a partir de los cuatro años. Algunas veces la alergia persiste durante toda su vida y en algunos casos, esta aparece en la edad adulta.
Se estima que la incidencia de la alergia a la leche de vaca es de un 3% a 4% en adultos y un 6% en niños. La introducción de la leche de vaca a temprana edad en las dietas de los bebes (cuando la alimentación con leche materna no es posible) es una de las principales razones para esa incidencia.
En un estudio realizado en Inglaterra durante 20 años con el objetivo de describir las tendencias en las admisiones hospitalarias como consecuencia de anafilaxis, se llegó a la conclusión de que estas se han incrementado entre los años 1998 y 2018, aunque los casos fatales decrecieron. De acuerdo con el estudio, la leche de vaca es ahora la causa individual más común de casos fatales de anafilaxis entre los niños en edad escolar. Patrones similares se han encontrado en Estados Unidos y en Israel.
Las personas que sufren de asma deberían considerar la posibilidad de dejar los lácteos. De acuerdo con los estudios, las personas que sufren asma pueden reducir significativamente o incluso eliminar los síntomas al dejar los lácteos y otros productos animales. En un estudio se encontró que el 92% de los participantes experimentó mejoras drásticas luego de dejar de consumir lácteos.
6. Intolerancia a la lactosa
La lactosa es el azúcar predominante de la leche. La causa de la intolerancia a la lactosa es la incapacidad para digerir este azúcar, por la carencia de una enzima denominada lactasa, que se produce en el intestino delgado. Se estima que el 80% de la población mundial sufre intolerancia a la lactosa en mayor o menor grado.
Los síntomas suelen ser malestar de estómago, diarrea y gases y se puede confundir con los síntomas del síndrome de intestino irritable.
Cuando somos niños, nuestro organismo produce lactasa pero a medida que crecemos, muchos de nosotros perdemos la capacidad de producirla. Como resultado, no absorbemos la lactosa por lo que se mantiene en el intestino, produciendo los síntomas conocidos.
7. Es una fuente de contaminantes
La leche puede contener contaminantes desde hormonas hasta pesticidas, pasando por antibióticos. La leche contiene de manera natural hormonas y factores de crecimiento producidos por el organismo de la vaca. Con el fin de incrementar la producción de leche, se le administra a las vacas hormonas tales como somatotropina bovina (rbST). Los antibióticos se usan para tratar infecciones de las ubres en las vacas (mastitis).
Se han encontrado trazas de esos antibióticos en muestras de leche y otros productos lácteos. Lamentablemente los antibióticos se utilizan con frecuencia, porque la mastitis es bastante común en las vacas debido a las prácticas de crianza convencional. Bajo dichas prácticas la densidad de animales es alta y se busca un nivel de producción de leche mayor al que se produciría de manera natural.
Los pesticidas, bifenilos policlorados (PCB) y dioxinas son otros ejemplos de los contaminantes que se pueden encontrar en la leche. Los productos lácteos contribuyen con entre un cuarto y la mitad de la ingesta total de dioxinas a través de la dieta. Todas esas toxinas tienen a acumularse en el organismo con el tiempo. Eventualmente, se puede producir daño los sistemas inmunológico, reproductivo y nervioso. Más aún los PCBs y las dioxinas han sido relacionados con el cáncer.
La leche puede contener otros contaminantes como melamina. La melamina es un producto químico que puede estar presente en los alimentos al estar expuestos a través de los materiales de empaque (artículos de plástico, revestimientos de latas, papel, cartón y adhesivos) y es dañino para los riñones y el tracto urinario). También puede contener aflatoxinas, que son un tipo de toxinas producidas por ciertos hongos en cultivos agrícolas y que incrementan el riesgo de cáncer.
Otro contaminante es el estrógeno. Los estrógenos, las hormonas sexuales femeninas, están presentes de forma natural en la leche de vaca. Sin embargo el contenido es mayor en estos días, como resultado de las prácticas de crianza convencional de animales. La exposición crónica a grandes cantidades de estrógeno puede implicar distintos riesgos para la salud como desarrollar presión arterial alta, coágulos, bajos niveles de calcio, cáncer de mama o cáncer de cuello uterino.
8. Emisión de gases de efecto invernadero y uso de agua
La crianza de las vacas produce más gases de efecto invernadero y utiliza más agua que la producción de leches vegetales. Se ha dicho que “es una sentencia de muerte para el ambiente”. Representa un estrés importante sobre los suelos y el agua, al mismo tiempo que los contamina. La cantidad de desperdicios de una unidad de producción de leche de 2500 vacas es igual a la de una ciudad de medio millón de habitantes.
Se requieren 1,000 litros de agua sólo para producir un litro de leche de vaca. Eso es más de lo que se requiere para una cantidad equivalente de leche vegetal, incluso la de almendras.
Los establos lecheros también contribuyen al calentamiento global, produciendo el 38% de los gases de efecto invernadero.
Las anteriores son también tres buenas razones para dejar los lácteos.
8 beneficios de dejar los lácteos – Conclusiones
La leche y los productos lácteos no son necesarios en la dieta y pueden incluso ser dañinos para la salud. Es mejor consumir una dieta saludable compuesta de granos integrales, frutas, vegetales y menestras, y reemplazar la leche de vaca por bebidas vegetales como de almendra, arroz, soya o de algún otro tipo.
Estos productos con alto valor nutricional pueden ayudarte a cubrir los requerimientos de nutrientes con facilidad y sin los riesgos de salud asociados con los productos lácteos.
Si te preocupa el calcio, puedes obtener la cantidad que necesitas de los vegetales de hoja verde y otros alimentos de origen vegetal.
Referencias
- Calcium, dairy products, and bone health in children and young adults: a reevaluation of the evidence
- Calcium, vitamin D, milk consumption, and hip fractures: a prospective study among postmenopausal women
- Health Concerns About Dairy
- Vitamin d, calcium, and dairy intakes and stress fractures among female adolescents
- Saturated Fats Compared With Unsaturated Fats and Sources of Carbohydrates in Relation to Risk of Coronary Heart Disease: A Prospective Cohort Study
- 13 Reasons to Stop Eating Dairy
- Dairy fat and risk of cardiovascular disease in 3 cohorts of US adults
- Milk consumption is a risk factor for prostate cancer in Western countries: evidence from cohort studies
- Dairy products, calcium, and prostate cancer risk in the Physicians’ Health Study
- High- and low-fat dairy intake, recurrence, and mortality after breast cancer diagnosis
- A case-control study of galactose consumption and metabolism in relation to ovarian cáncer
- Milk and lactose intakes and ovarian cancer risk in the Swedish Mammography Cohort
- Food anaphylaxis in the United Kingdom: analysis of national data, 1998-2018
- Vegan regimen with reduced medication in the treatment of bronchial asthma
- Dairy: 6 Reasons You Should Avoid It at all Costs
- Why Milk Is Bad For You – 9 Reasons You Should Avoid Dairy
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