Esta receta de salsa napolitana de tomate o marinara es una forma bastante común de preparar la salsa de tomate para pasta. En otro post he publicado mi receta de la salsa pomarola, que es otra forma de preparar salsa de tomate.
La salsa napolitana fue inventada por cocineros a bordo de barcos napolitanos a mediados del siglo XVI, después de que los españoles introdujeran el tomate (un fruto de México) en Europa. Al no tener carne y por el alto contenido ácido de los tomates, se conservaba bien por buen tiempo antes de estropearse. Esta característica era ideal para los viajes marítimos largos, antes de que se inventaran métodos de refrigeración adecuados.
A mi modo de ver esta receta de salsa napolitana es mas simple de preparar y tiene una consistencia más interesante. Puedes ver y sentir los trozos de tomate. También te deja percibir un sabor intenso a tomate. Idealmente es mejor prepararla a partir de tomate fresco, aunque hoy en día mucha gente la prepara utilizando tomate de lata. Adicionalmente lleva una hierba y las que son utilizadas con frecuencia son la albahaca y el orégano.
Puedes utilizar esta salsa marinara como base para pizzas o como salsa para dipear. También puedes usarla como reemplazo de la salsa o puré de tomate (passata) que utilizas normalmente en tus recetas, siendo una alternativa más natural.
Al igual que la salsa pomarola, puedes utilizar esta receta de salsa napolitana como base para servirla acompañada de champiñones salteados o para preparar esta bolognesa de champiñones y nueces (vegana).
Receta de salsa napolitana de tomate
La salsa napolitana o marinara es otra alternativa para preparar salsa de tomate para pasta. Es muy fácil y prácticamente se hace sola.
- 800 gramos de tomate maduro. Cortados en trozos gruesos, puede ser en cuartos y después cada cuarto en tres pedazos, sin semillas. Si va pelado o no el tomate, es más una cuestión de preferencias. Yo no los pelé. También podrías utilizar la misma cantidad de tomate de conserva.
- 1 pimiento. O medio si es que es uno grande, picado finamente.
- ½ cebolla. Picada finamente.
- 1 diente de ajo picado finito o cucharadita de ajo molido.
- ¼ taza de albahaca picada. La cantidad va a depender un poco de tu gusto. La albahaca le da un toque característico a esta salsa. También puedes incluir ¼ de cucharadita de orégano seco molido.
- 4 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 cucharada de azúcar. Opcional. Para equilibrar la acidez del tomate.
- 2 cucharadas de aceite vegetal. Para dorar la cebolla.
- Sal y pimienta al gusto.
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Coloca el aceite vegetal en una olla caliente y añade la cebolla, revuelve para evitar que se queme. Cuando ya ha calentado la cebolla, añade el ajo. Revuelve constantemente para evitar que se quemen. Cuando la cebolla esté translúcida, lo cuál ocurrirá en unos 2 a 3 minutos, añade el pimiento y el tomate.
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Baja el fuego al mínimo, revuelve para que se mezclen bien.
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Añade la albahaca o las hierbas que estés utilizando y revuelve para que se mezclen bien con el tomate.
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Deja que sude el tomate durante 50 minutos a una hora. Si usas tomate de conserva es posible que con 45 minutos sea suficiente, pero si usas tomate fresco, necesitarás más tiempo para que evapore el agua y obtengas el sabor intenso a tomate. Sabrás que está listo cuando la preparación tenga el aspecto de una salsa espesa, sin presencia de agua.
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A los 45 minutos aproximadamente, utilizando un prensa papa, trata de triturar los trozos grandes te tomate que todavía queden, para que tenga una consistencia uniforme, pero es deseable una consistencia gruesa.
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Cuando ya esté lista, prueba el nivel de acidez y si lo consideras necesario añade 1 cucharada de azúcar y mezcla bien.
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Añade el aceite de oliva, sazona con sal y pimienta.
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