Con mucho entusiasmo presento en este post la entrevista que le hice a Magdalena Ramos Mejía (Male), quien es protagonista de una historia impresionante y motivadora. Male ha demostrado que es posible revertir las enfermedades autoinmunes, algo que de acuerdo con la medicina convencional, es casi imposible.
La entrevista se la hice en mayo del 2018, época en la que Magdalena Ramos Mejía estaba aún en proceso de remisión de sus dos enfermedades autoinmunes. Hoy en día está recuperada y muy activa en sus redes sociales, buscando ayudar a otras personas.
A Magdalena Ramos Mejía le diagnosticaron dos enfermedades autoinmunes (esclerodermia y la polimiositis), poco después de que perdiera, en el momento del parto, a su segunda hija.
Para los que no tengan información sobre las enfermedades autoinmunes, he incluido al final del texto algunos datos sobre este tipo de enfermedades y en particular sobre la esclerodermia y la polimiositis, que son las que le diagnosticaron a Male. A continuación el texto de la entrevista:
Tengo entendido que te diagnosticaron, casi al mismo tiempo, dos enfermedades autoinmunes ¿Puedes comentarme al respecto?
Magdalena Ramos Mejía: Efectivamente, me diagnosticaron dos enfermedades complejas, una de ellas es esclerodermia sistémica difusa, que es la peor de ese tipo. La esclerosis es una enfermedad que ataca a los tejidos y la sistémica difusa además ataca órganos internos en forma difusa, es decir sin tener un patrón.
Como resultado de esta enfermedad, mi cara cambió, ya no soy la que era antes porque la piel se estira mucho, se te cambian los labios, se te cambia la expresión y tienes dificultad para mover las manos porque tienes la piel muy tirante. Además de todo eso, se genera mucho tejido conectivo quizás en el corazón o los pulmones y ahí es cuando comienzan los problemas serios. En extremo, puedes terminar con alimentación parenteral (alimentación por vía intravenosa) o incluso morir, como consecuencia de la enfermedad.
La esclerodermia te agarra por afuera y por adentro, afecta también mucho el estado anímico, porque la enfermedad no sólo va por adentro, sino que ves que eres distinto todo el tiempo. Yo no me miro más en el espejo porque no me reconozco, sé que estoy mejorando un montón pero trato de no mirarme porque me deprimo, es una enfermedad muy destructiva.
La esclerodermia no tiene un marcador que se puede medir por laboratorio. Para ver su evolución es necesario hacer cada cierto tiempo estudios de los órganos como el pulmón, para ver si está siendo atacado, ver la evolución de la piel o cómo se siente el paciente.
Polimiositis
La otra enfermedad autoinmune es la polimiositis, que es una inflamación de los músculos. Es como una inflamación grande en los músculos, no te puedo definir claramente los síntomas porque tuve las dos al mismo tiempo y están bastante mezcladas. Debido a la inflamación de los músculos no tienes fuerzas para moverte.
A mí por suerte no me paso, pero puede impedirte caminar. No obstante, no podía levantar las piernas, era imposible ponerme los zapatos, no podía peinarme ni lavarme el pelo sola, porque no podía levantar los brazos.
Te provoca una debilidad enorme y te duele, sientes como pinchazos en los músculos porque están inflamados. Quieres doblar el brazo para tocarte el hombro y no puedes porque esta inflamado.
El marcador relacionado con la polimiositis es el CPK (Creatina Fosfoquinasa). Cuando me la descubrieron estaba en un nivel por encima de 4000, cuando el nivel normal es 160.
¿Qué tratamiento has venido siguiendo desde la medicina tradicional?
Magdalena Ramos Mejía: El tratamiento en el caso de las enfermedades autoinmunes generalmente es a base de corticoides o esteroides (cortisona) y yo comencé tomando dosis altas de corticoides. También he venido tomando metotrexato (medicamento oncológico), nifedipina (para el síndrome de Reynaud) y rituximab (también utilizado contra el cáncer), pero a la fecha sólo tomo el metotrexato.
Aunque he trabajado en paralelo otros aspectos alternativos a la medicina tradicional (alopática), debo reconocer que esta me ha ayudado mucho, sobre todo en el momento agudo. Creo que me ha salvado. Si no fuera por ella y por los medicamentos que he venido tomando, quizás yo no estaría hablando contigo.
Sin embargo, también creo que en el largo plazo no es sostenible seguir con esas dosis de corticoides, ya que no te va a curar. Solamente sirve como un paliativo y no ataca el problema de raíz.
Para lograr la recuperación es necesario dar con la causa de la enfermedad, que en el caso de las autoinmunes no suele ser fisiológica sino emocional, es por ello que yo decidí explorar las alternativas existen.
¿Qué profesionales consultaste cuando decidiste explorar alternativas a la medicina tradicional?
Magdalena Ramos Mejía: Cuando me dijeron que esas dos enfermedades no tenían cura yo dije: “de ninguna manera esto me va a pasar a mí”. Decidí no quedarme de brazos cruzados y hacer todo lo que estuviera a mi alcance para tratar de recuperarme o al menos para reducir el efecto.
En ese contexto, probé de todo. Probé la medicina hindú, la medicina china, acupuntura, terapia con aguas energéticas, homeopatía, meditaciones. Hice tantas cosas que ya me estoy olvidando de algunas. También hice terapia ocupacional de manos y brazos (que está dentro de la medicina alopática) porque los tenía rígidos.
La gente me proponía terapias y yo iba y las hacía. Iba, probaba y si me gustaba continuaba si no, no volvía más. Trataba de atacar el problema desde todos los lados.
También trabajé el lado espiritual. Trabajé temas de crecimiento personal, para aprender a manejar situaciones que por ahí me hacían mal, nada tan grave, pero para manejar los estreses, las presiones.
Conforme fui probando las terapias yo me iba dando cuenta que se relacionaban. Por ahí lo que me decían en la terapia hindú, también me lo decía el homeópata y el médico chino.
¿Cuál de las terapias que seguiste crees que ha contribuido más para revertir las enfermedades autoinmunes?
Magdalena Ramos Mejía: No sabría decirte con precisión, ya que fueron tantas cosas, pero considero que el enfoque hacia lo espiritual es lo que más me ha ayudado para revertir las enfermedades autoinmunes. En ese sentido, creo que lo que más me ha ayudado es el enfoque de la medicina hindú y de la china, también la terapia de aguas energéticas.
Por otro lado, fui a ver a un rabino que es sanador, a un sacerdote y también hice meditación. Todo eso lo encuadro dentro de lo que es la parte espiritual y lo sigo haciendo, pero un montón.
De todas las terapias que seguí en la parte espiritual, algunas ya las iba dejando porque iban cumpliendo su ciclo, pero sigo practicándolas en mi casa o en mi vida cotidiana. Sigo aprendiendo.
También sigo con el enfoque en la alimentación y con la medicina tradicional, tomando corticoides, aunque en dosis más bajas.
Desde el punto de vista holístico ¿Cuáles son las causas de las dos enfermedades autoinmunes que te diagnosticaron?
Magdalena Ramos Mejía: No hay una explicación clara porque aparentemente surge cuando estaba embarazada de Violeta mi segunda hija. En contra de lo que se podría pensar, no fue en el postparto, por la tristeza o el shock por su partida. Se sabe que las enfermedades autoinmunes se desatan cuando la persona sufre un trauma importante.
Lo que me dijeron es que aparentemente el desequilibrio hormonal que se genera durante el embarazo, pudo haber despertado las enfermedades.
Pero no se identifican grandes estreses en mi vida, yo tengo una familia feliz, un matrimonio feliz, y en el aspecto profesional, una carrera y trabajo como cualquier otro.
No se identifica una cosa rara, pero por el lado espiritual se identifican pequeñísimas cosas sobre cómo enfrento yo las situaciones. Soy muy exigente y no manejo bien las presiones. Yo misma me doy cuenta de que me estreso con un mínimo de presión y me pongo nerviosa, por eso ahora te digo que quiero tomarme las cosas con calma.
Además, he aprendido que todos hemos venido a este mundo para aprender y para evolucionar, estoy convencida de ello. Por otro lado, esto que me ha pasado no lo tomo como algo fortuito o azaroso, sino que me pasó para que yo aprendiera un montón de cosas y que evolucionara. La verdad es que estoy super feliz, no me falta nada.
A lo largo de los años vas acumulando cosas que no has sabido manejar y en algún momento el cuerpo tiene que desfogar o detonar por algún lado. Si no cambias, si no evolucionas, se incrementa el riesgo de que aparezcan estas enfermedades. Eso es algo que he aprendido en todo este tiempo.
Entiendo que es muy difícil lograr revertir las enfermedades autoinmunes ¿verdad?
Magdalena Ramos Mejía: Es muy difícil y lo es en parte porque necesitas encontrar el detonante. Si no lo averiguas, vas como gallito ciego, para todos lados. Es como si estuviéramos con los ojos vendados caminando por la vida si saber en qué momento nos explota la bomba, cosa que yo sentía un poco al principio, cuando comencé con esto.
Cuando me dijeron: “esto puede aparecer e irse luego”, o “los remedios pueden hacerte efecto o te pueden empeorar”. Yo decía: ¡listo! voy caminando por la vida con los ojos vendados, en la mitad de un campo de batalla y en cualquier momento me muero porque no tengo idea de lo que tengo que hacer, ni cómo y nadie te lo dice.
Las enfermedades autoinmunes, que cada vez hay más, tienen mucho que ver con la evolución espiritual de las personas. Estamos entrando a una era en la que se nos exige que evolucionemos para poder seguir adelante, porque de otra manera no lo vamos a lograr y es un camino muy individual.
Una persona desarrolla una enfermedad autoinmune por distintas razones, no es que se pueda decir: combinamos genética, con cambios hormonales y otras cosas y tenemos una enfermedad autoinmune, no. Hay miles de detonantes y el perfil de cada persona es diferente. Cada persona tiene que hacer un aprendizaje diferente.
¿Cuáles son los cambios que hiciste en tu dieta?
Magdalena Ramos Mejía: Mi dieta tiene tres aspectos fundamentales: Evitar los lácteos, el gluten y los azúcares refinados (consumo miel en pocas cantidades). El gluten hace mal a los pacientes con enfermedades autoinmunes, sean o no celíacos.
Por otro lado, trato de que todos mis alimentos sean naturales, sin conservantes y sin aditivos y para ese objetivo, los insumos son difíciles de conseguir.
Yo me hago casi toda mi comida y estoy convencida de que se puede. Al principio cuesta, pero mi idea es desmitificar ese asunto y demostrar a la gente que se puede hacer cosas simples y además que se puede comer rico y sano.
Por el momento, mi dieta incluye carnes, también huevo, pero trato de que sean orgánicos. Al principio, los corticoides que tomaba me daban un apetito muy intenso y como mi dieta era tan restrictiva, decidí que no era conveniente retirar las carnes, al menos al principio. Ahora que me siento mucho mejor, trato de sacarlas de mi dieta y lo que como es pollo orgánico, pero aquí es difícil conseguirlo.
Si voy donde amigos y hay carne la como. A veces me llevo mi comida, pero otras veces no. También preparo carne en casa y la como, pero cada vez voy a ir consumiendo menos, para que mi dieta sea más saludable y también es bueno desde el punto de vista espiritual.
Por otro lado, es importante eliminar de la dieta todos los productos químicos que ingerimos a través de los alimentos. Hasta que no cortamos, no nos damos cuenta del daño que nos hacen.
Los productos que nos ponemos en el cuerpo también tienen bastantes químicos y es mejor evitarlos en lo posible, sobre todo en casos como el mío.
Los alimentos industriales también engordan, por todos los aditivos que generalmente contienen.
¿Cuál es el estado actual de las dos enfermedades autoinmunes que te diagnosticaron?
Magdalena Ramos Mejía: Afortunadamente, como resultado de todas las cosas que hice, comenzaron a revertir las dos enfermedades autoinmunes. La CPK, el marcador de la polimiositis, la tengo normal desde mayo del año pasado (2017).
Con respecto a la esclerodermia, igualmente las evaluaciones que me hicieron en ese momento encontraron que la enfermedad ha disminuido sus ataques, mi piel está mejor y ya comenzó a ablandarse.
A partir de ahí, mi médico consideró que había entrado en remisión en las dos enfermedades y comenzó a reducir la medicación.
Aquello ocurrió a mucho menos de un año desde que las diagnosticaron, en octubre del 2016. Es impresionante la evolución, comencé tomando 40 mg de corticoide en noviembre del 2016, junto con otros medicamentos.
Comencé a mejorar pero muy lento, hasta el control que me hicieron en mayo del 2017 en que ya el panorama comenzó a cambiar, tan solo 7 meses después del diagnóstico.
Teniendo en cuenta que este tipo de enfermedades prácticamente son una condena a llevar una vida con restricciones, 7 meses es muy poco tiempo.
El mayor peligro que hay con el tratamiento que se aplica es que, como una persona no puede tomar esas dosis de corticoides de por vida, tienen que comenzar a bajarlas en algún momento. Eso es un problema ya que, al bajar la dosis, en muchos casos el paciente se pone mal y se la tienen que volver a subir.
Comencé a bajar la dosis de la medicación mucho antes de lo previsto
Mi bajada fue totalmente lineal y no tuvieron que volver a subirla en ningún momento. Pero sí me ha pasado que, entre controles (yo veía al doctor cada mes o mes y medio), algún día me despertaba muy cansada y me preocupaba porque pensaba que me había subido la CPK. Iba a sacarme análisis, pero todo estaba normal. Es una enfermedad que tiene muchos fantasmas.
Cada vez que me siento mal, enseguida tengo miedo. Yo tengo la mitad de la cara, de los ojos para abajo, dormida y a veces me parece que se me está durmiendo más pero es mi imaginación. Como te digo, tiene muchos fantasmas.
No conozco mucha gente que tenga estas enfermedades, no son tan comunes y que tenga las dos, más difícil todavía. Las personas que he conocido siguen medicándose después de 10 años.
Así que bueno, yo toco madera por haber aprendido y trataré de seguir aprendiendo lo que tengo que aprender, para que no me brote de vuelta.
He comenzado a dejar la medicación mucho antes de lo que se esperaba que la hubiese podido dejar. Actualmente sigo con medicación pero con una dosis muy baja, quizá por todo este proceso que estoy haciendo y tiene mucho que ver con la alimentación también.
Además, he necesitado por ahí menos dosis de algunos medicamentos y es probable que pronto pueda dejarlos completamente, cosa que es muy difícil en este tipo de enfermedad.
Para que tengas una idea del pronóstico que yo tenía, en diciembre del 2016, unos meses antes de entrar en remisión, el médico me dijo, con estas mismas palabras: “yo pensé que a estas alturas ibas a estar hecha pelota, pero te veo cada vez mejor”.
¿Qué otras cosas estás haciendo para ayudar a revertir las enfermedades autoinmunes?
Magdalena Ramos Mejía: Yo quiero ayudar desde todos los aspectos para que mi cuerpo se sane y en ese proceso, trato de que todos los productos que uso para el cuerpo sean naturales y orgánicos. Por ejemplo, uso champú orgánico, sin ningún tipo de aditivos. Yo quiero que mi cuerpo utilice toda su energía en protegerme de esta enfermedad y no en metabolizar los químicos de los productos.
Trato de hacer todo lo que está a mi alcance para curarme. Trato de agarrarlo por todos los aspectos de mi vida.
¿Qué estás haciendo para ayudar a otras personas a revertir las enfermedades autoinmunes?
Magdalena Ramos Mejía: En todo este proceso yo pensaba, soy nutricionista, lo que me da el conocimiento sobre las propiedades de los alimentos. Esto ha sido fundamental para haber llegado hasta este punto.
Como te digo, yo me preguntaba, ¿Cómo va a hacer la gente que le pasa lo mismo y que no tiene ni idea, porque no estudió nutrición sino ingeniería o no estudió nada? ¿Cómo hacen?
Por ello, tenía en la cabeza eso de transmitir a la gente todo lo que se y que he aprendido. Por ejemplo, que si no comes gluten puedes estar mejor o que si comes sano puedes sentirte mejor y así.
Entonces me dije, apenas tenga un poco de energía lo voy a hacer y como ahora me siento un poco mejor, aunque no del todo, ya he comenzado a difundir información, pero me tengo que priorizar a mí y tomarme las cosas con calma.
Se que hay mucha gente que no va a seguir lo que yo sugiero, pero bueno, cada uno tiene su recorrido y su camino y yo cumplo con avisar. Yo cumplo con decírtelo y soy feliz por tener esta posibilidad. Si no lo quieres agarrar, será porque tu camino o tu historia o lo que tengas que aprender serán distintos a los míos, pero por lo menos cumplí con avisar.
Hay mucha gente que no tiene idea de lo del gluten o de las enfermedades autoinmunes, por ejemplo.
Lo que recomiendo a la gente es que se fijen si tienen algún tipo de intolerancia al gluten o a los lácteos y si tienen dudas pueden hacer un test personal. Que dejen de consumirlos 3 semanas, que evalúen como se sienten y luego comenzar a introducirlos poco a poco. Es necesario fijarse bien en las etiquetas porque casi todos los alimentos tienen lácteos, gluten o azúcar.
En general, la gente que no tiene ninguna intolerancia puede consumir de todo. Sin embargo hay que estar atentos, porque a veces hay cosas que no nos explicamos como las migrañas o resfríos recurrentes. También uno puede sentirse todo el tiempo cansado y pensar que es normal, pero no es así. Uno puede tener una mejor calidad de vida y sugiero a las personas que tienen enfermedades autoinmunes que lo revisen.
Ese es el mensaje principal que quiero transmitir.
Espero que sigas con la mejoría, veo que eres super ordenada y metódica en lo que estás haciendo y me alegro mucho que te estés recuperando.
Vos también.
Para los que deseen conocer más sobre lo que nos quiere compartir Magdalena Ramos, aquí sus cuentas de Instagram: the_food_alchimist y de Facebook: thefoodalchimist
Otras entrevistas sobre temas relacionados, en este blog
- Entrevista a Patricia Dongo – Terapeuta biomagnética
- Entrevista al Dr. Oscar Villavicencio – Médico sintergético
- Entrevista al Dr. Rafael Chung – Especialista en quiropráctica y acupuntura
Información sobre las enfermedades autoinmunes
Son trastornos en los que el cuerpo, sin razón aparente, empieza a atacarse a sí mismo. Esto puede ocurrir de distintas formas y con diferentes consecuencias.
El objetivo del sistema inmunológico es protegernos de cualquier agente externo que quiera atacarnos como las bacterias o virus, pero a veces, como consecuencia de un estímulo, el sistema inmunológico se confunde y comienza a atacar el organismo por error.
Existen más de 80 tipos de estas enfermedades autoinmunes y algunas tienen síntomas similares, haciendo difícil el diagnóstico, lo que puede resultar frustrante y estresante para el paciente. Se presentan síntomas diversos, pero uno clásico es la inflamación, que puede causar enrojecimiento, acaloramiento, dolor e hinchazón.
Esclerodermia sistémica difusa
Esclerodermia sistémica o esclerosis sistémica es un término que se utiliza para referirse a un conjunto de enfermedades autoinmunes que atacan los tejidos y que involucran cambios en la piel, los vasos sanguíneos, los músculos y los órganos internos. Esas alteraciones pueden provocar el endurecimiento de los tejidos de los órganos, pudiendo hacer que dejen de funcionar adecuadamente.
La enfermedad generalmente afecta a personas de 30 a 50 años de edad y aparece en las mujeres más a menudo que en los hombres.
La esclerosis sistémica se divide en difusa y limitada. La primera tiene un desarrollo rápido, en el plazo de pocos meses o un año. Afecta principalmente los brazos, el tórax y el abdomen y tiene un índice de supervivencia a los 10 años del 45%.
La segunda, se desarrolla más lentamente, afecta a las manos, los antebrazos, los pies, las piernas y la cara. Sin embargo, solo afecta a los órganos en las últimas etapas y tiene un índice de supervivencia a los 10 años del 70%.
No existe un tratamiento específico para la esclerosis sistémica. Los tratamientos que existen están orientados a frenar el desarrollo de la enfermedad, pero suelen ser poco eficaces.
Polimiositis
Se desconoce la causa, aunque se cree que está relacionada con factores autoinmunes, genéticos y quizás algunos virus. En casos raros, se le atribuye a una infección asociada a la enfermedad de Lyme, toxoplasmosis y otras, y también se la asocia con la enfermedad celíaca. Puede afectar a personas de cualquier edad y afecta dos veces más a las mujeres que a los hombres.
La polimiositis produce inflamación en los músculos, que se refleja en debilidad muscular, produciendo en el paciente fatiga y cansancio exagerado al caminar. En general, produce dificultades de movimiento y para realizar las actividades cotidianas. La debilidad es generalmente progresiva.
La polimiositis puede producir disfagia que es la dificultad para tragar, lo que puede ser algo muy problemático a medida que avanza la enfermedad.
En general, el tratamiento consiste en altas dosis de corticoides (esteroides). También se utilizan terapias que inhiben el sistema inmunológico, en los casos que el paciente no responda el tratamiento con corticoides. También ayuda la terapia física especializada.
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Algo salió mal
Ana María Hecker says
Muy interesante lo comentado por Magdalena..yo sufro de polimialgia reumatica.Enfermedad auto imune,hace 14 años que estoy con corticoides..
hectormdmtalavera@gmail.com says
Gracias por escribir Ana María. Magadalena tiene bastante información sobre cómo apoyar en la recuperación de las enfermedades auto inmunes. Puedes contactarla a través de su cuenta de Instagram o de Facebook, que estoy seguro te va a ayudar. Los links están en el mismo post. Suerte!!
María Isabel says
Muchas gracias por la información.
Sufro de Poliomielitis con afectación a los pulmones con Neumopatía Intersticial.
Soy de la opinión de Magdalena . Soy una deportista desde los 8 años ahora con 56. Siempre tuve muy presente la meta ,más que el trayecto, así que con mi Enfermedad los días negros ,deben de pasar rápidos ,deseando estar en los soleados y brillantes.
hectormdmtalavera@gmail.com says
Muchas gracias por compartir María Isabel. Estoy a tu disposición si crees que en algo te puedo ayudar.
cecilia Munos says
Gracias por el articulo. osea que la alimentacion sin gluten ,sin lacteos y azucar refinada me sentaria muy bien. lograr hacerlo no parece tan facil.
cuidate Hector, un abrazo
hectormdmtalavera@gmail.com says
Cierto, es difícil hacer cambios sobre hábitos que tenemos arraigados por mucho tiempo. Sin embargo, la motivación para mejorarse puede ser un impulso importante. Cuando me diagnosticaron cáncer y me plantearon hacer el cambio de dieta, no lo pensé ni un instante. Fue muy duro, pero continué y ahora no me arrepiento porque me siento mucho mejor que antes. Te aconsejo hacer los cambios de a pocos, pero con la determinación de ir avanzando poco a poco, de esa manera es más factible. Cuídate mucho y aquí estoy para ayudarte en lo que esté a mi alcance.