Los cambios hormonales que acarrea la llegada de la menopausia implican un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis. Ello explica por qué la incidencia de osteoporosis por rango de edad en mujeres a partir de los 50 años es bastante mayor que en el caso de los hombres. La razón del problema radica en los cambios hormonales que se producen en la menopausia. En este post me refiero a la relación que existe entre la menopausia y osteoporosis.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis, que significa huesos porosos, es una enfermedad progresiva en la que los huesos se debilitan y tienen más probabilidades de fracturarse o romperse. La osteopenia es la disminución moderada de la masa ósea y se presenta como una etapa previa a la osteoporosis.
Durante la primera parte de la vida, la cantidad de hueso perdido y la cantidad de hueso ganado (llamado recambio óseo) se mantiene en balance. La masa ósea (tamaño y grosor) aumenta durante la niñez y la vida adulta temprana. Después de la mediana edad, ese equilibrio se rompe y se comienza a perder más masa ósea de la que se forma. Como consecuencia, la masa ósea disminuye progresivamente.
La osteoporosis puede desarrollarse silenciosamente sin ningún síntoma ni dolor hasta que se producen roturas repentinas, generalmente en la espalda y las caderas. La osteoporosis es un problema de salud pública mundial que plantea una grave carga socioeconómica y sanitaria.
La menopausia es algo más que sofocos y el final de las menstruaciones
Aunque señala el final de los años reproductivos de una mujer, la menopausia produce cambios en el cuerpo de maneras que podrían no relacionarse en forma directa con las hormonas. Una de las consecuencias de esos cambios es la osteoporosis. La osteoporosis se presenta comúnmente con la llegada de la menopausia y también justo después de que se produce.
La menopausia acelera significativamente la pérdida ósea y aumenta el riesgo de osteoporosis. De acuerdo con las estadísticas, aproximadamente una de cada diez mujeres mayores de 60 años se ve afectada por la osteoporosis en todo el mundo, lo que incrementa el riesgo de fracturas que a una edad avanzada, además de causar dolor, pueden disminuir la movilidad y significar la pérdida de capacidades.
En promedio, las mujeres pierden hasta el 10% de su masa ósea en los primeros cinco años después de la menopausia. Posteriormente, el ritmo de pérdida ósea disminuye.
Prevenir la pérdida ósea es una preocupación importante para las mujeres en el camino hacia la menopausia y durante las etapas postmenopáusicas. Por ello es importante estar consciente de esa relación, para tomar acción y evitar las posibles consecuencias de la osteoporosis.
¿Por qué se acelera el proceso de la osteoporosis con la menopausia?
La hormona estrógeno es un regulador clave del metabolismo óseo tanto en hombres como en mujeres. Es esencial para la salud ósea porque promueve la actividad de los osteoblastos, que son las células que producen hueso nuevo.
Durante la menopausia disminuye la disponibilidad de estrógenos, ya que su producción en los ovarios es cada vez menor, lo que provoca que se detengan los ciclos menstruales. Este proceso suele estar asociado con cambios de humor, sequedad vaginal, sofocos y sudores nocturnos.
Dado el importante rol que tiene el estrógeno en el metabolismo de los huesos, su menor disponibilidad durante la menopausia acelera significativamente la disminución de la densidad mineral ósea. Esto trae como consecuencia que los huesos se vuelvan más frágiles y quebradizos, aumentando el riesgo de fracturas.
Terapia de reemplazo hormonal
La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es un medicamento que contiene hormonas femeninas y se prescribe con el objetivo de compensar la menor producción de estrógeno que el cuerpo de las mujeres experimenta durante la menopausia. La TRH se utiliza mayormente para tratar los síntomas comunes de la menopausia, incluidos los sofocos y las molestias vaginales.
La TRH suele combinar estrógeno, para aliviar los síntomas de la menopausia y para prevenir o tratar la osteoporosis y progestágeno (una versión artificial de progesterona) para proteger el útero. La razón es porque si se toma solamente estrógeno, podría ocurrir que se engrose el revestimiento del útero e incremente el riesgo de cáncer de útero. En los casos de cirugías para extirpar el útero (histerectomía), solo es necesario el estrógeno.
Existe evidencia clara y sólida de que el estrógeno, como parte de la TRH puede prevenir la pérdida ósea e incluso promover el crecimiento de hueso nuevo, y reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas en un 50%. Puede considerarse una opción de tratamiento de primera línea para mujeres con osteoporosis y para aquellas que desean proteger la salud de sus huesos a medida que envejecen. La TRH debe tomarse junto con una dieta saludable rica en calcio y vitamina D, y dentro de una rutina regular de ejercicios que incluya ejercicios con peso.
La decisión de tomar TRH debe adoptarse después de un proceso de decisión exhaustiva que incluya la evaluación de los riesgos y beneficios asociados.
Existen distintos tipos de productos de TRH, generalmente disponibles con receta médica, entre los que se incluyen comprimidos, parches para la piel, pequeños implantes que se colocan debajo de la piel y geles que se frotan sobre la piel.
Reputación de la terapia de reemplazo hormonal afectada por el Women’s Health Initiative
La Iniciativa de Salud de la Mujer (Women’s Health Initiative) involucró la realización de una serie de estudios clínicos por parte de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. en 1991, con el fin de definir los riesgos y beneficios asociados a algunas intervenciones, en particular la terapia de reemplazo hormonal y entender su potencial para prevenir enfermedades cardíacas, cáncer de mama y colorrectal y fracturas a consecuencia de la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas.
Los resultados del Women’s Health Initiative cambiaron el statu quo sobre la terapia de reemplazo hormonal, afirmando que esta no sólo no ofrece beneficios en la protección cardiovascular, sino que incluso representa un ligero incremento del riesgo de problemas cardiovasculares, un mayor riesgo de cáncer de mama, trombosis venosa y demencia, aunque sí puede disminuir el riesgo de fracturas como consecuencia de la osteoporosis y en menor medida, reducir el riesgo de cáncer de colon. Esos resultados llevaron a las autoridades y a las organizaciones de salud a cambiar las recomendaciones sobre el uso de la terapia de reemplazo hormonal en mujeres postmenopáusicas, lo que derivó en una caída drástica en su utilización.
Rigurosidad científica del Women’s Health initiative
Sin embargo, en forma posterior a la publicación de los estudios del Women’s Health Initiative se realizaron análisis detallados sobre la rigurosidad científica de los estudios y la validez de los resultados obtenidos, por parte de distintos investigadores. Una conclusión de consenso es que el análisis de los datos en dichos estudios no siguió una perspectiva clínica adecuada. Por ejemplo, no se destacó que las participantes en el Women’s Health Initiative fueron mujeres postmenopáusicas mayores y que se disuadió de participar en el estudio a las mujeres con síntomas menopáusicos. Los informes también subestimaron los datos sobre fracturas.
Por otro lado, en los análisis (cuyas referencias se incluyen al final) se refiere que los responsables de publicar los datos del Women’s Health Initiative no permitieron una crítica profunda del estudio, ni dieron la garantía de que fueran claramente enfatizadas las deficiencias del estudio y las implicancias de los criterios de exclusión e inclusión. Por esas razones, los autores de esos análisis sugieren que “se ha socavado la credibilidad de la investigación y de la comunidad médica en su conjunto”.
Desde años antes del Women’s Health Initiative, la terapia de reemplazo hormonal era considerada como la recomendación por excelencia tanto para prevenir como para tratar la osteoporosis en la menopausia y la postmenopausia. A partir de esa nueva información, ha habido un incremento en el uso de bifosfonatos para tratar la osteoporosis. Sin embargo, existe preocupación acerca de que el uso a largo plazo de estos medicamentos pueda afectar la estructura ósea de modo que ocurran posteriormente fracturas de tipo inusual, particularmente cuando se usan en mujeres más jóvenes.
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- Hormone replacement therapy and the prevention of postmenopausal osteoporosis
- Prevention and treatment of postmenopausal osteoporosis
- La terapia hormonal sustitutiva: mandan las evidencias
- The Women’s Health Initiative 2004 – Review and Critique
- A critique of Women’s Health Initiative Studies (2002-2006)
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo tiene fines informativos únicamente y no pretende sustituir el asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Busca siempre el consejo de tu médico u otro proveedor de atención médica calificado en el caso de cualquier problema de salud que te esté afectando.
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jose luis fernandez says
Excelente, gracias por compartir