Cualquiera sea la razón por la que desees comer hamburguesas sin carne o vegetarianas, esta receta de hamburguesa de porotos negros (frijoles) te va a interesar. No te puedo ofrecer que sepa igual que la original, pero lo que si te puedo decir es que cuando la pruebes te sorprenderás.
En mi casa las hacemos en lotes grandes y las congelamos, lo que es una forma de hacer que rinda el esfuerzo invertido en hacerlas, además que están siempre disponibles para cuando no tengamos nada preparado y el hambre apremie (mira más abajo mi tip para lograr que las hamburguesas calentadas queden como recién hechas).
Una parte complicada de preparar hamburguesas, cualquiera que sea la materia prima de que estén hechas, es freírlas, no solo porque es bastante trabajo (se ensucian varias cosas y luego hay que limpiar la cocina del aceite que salpicó), sino porque está claro que no es saludable. Como alternativa, las puedes hacer al horno y no hay diferencia significativa en el sabor, todas son ventajas.
Si las fríes necesitas utilizar no poco aceite, que va a dar lugar al colesterol oxidado y además las hamburguesas van a absorber el aceite, salvo que uses el aceite en spray, pero de esa manera es casi como cocinarlas al horno, pero con más trabajo porque tienes que estar pendiente de ellas para que no se sequen o quemen.
Si preparas esta hamburguesa de porotos negros al horno, tendrás las siguientes ventajas: 1) Estarán libres de colesterol oxidado, 2) Quedan más crocantes, 3) No tienes que darte el trabajo de freírlas, de una en una o por grupos, las pones todas en el horno y las dejas que se cocinen, 4) El sabor es el mismo que si las fríes.
Otras recetas de hamburguesas sin carne en este blog
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- Croquetas vegetales de zucchini y garbanzos
- Croquetas de berenjena
Espero que te animes a probar esta receta.
Receta hamburguesa de porotos negros
Hamburguesa de porotos negros (o frijoles) que además lleva avena, para completar el valor nutricional. Apta para vegetarianos o veganos.
- 2 tazas de frejoles negros. Cocidos y bien escurridos. Equivale aproximadamente a una taza y media de frejoles crudos ya remojados. Reserva el agua de la cocción por si acaso.
- 1/2 cebolla. Cortada finita (brunoise).
- 1 tomate. Cortado en cuadritos finitos también (brunoise).
- 1 diente de ajo picado finito o cucharadita de ajo molido.
- 1/2 cucharadita de orégano seco. Molido.
- 2 cucharadas de perejil fresco. Picado finito o puede ser culantro si lo prefieres.
- 1 pizca de comino molido Opcional, puede ser la punta de una cucharadita. Como siempre lo digo, este condimento puede ser muy invasivo, pero vale la pena probarlo.
- 1 1/2 taza de avena en hojuelas. Puedes utilizar también, quinua (quinoa) o kiwicha en hojuelas o una mezcla de las dos. Al ponerle avena o los granos andinos, estamos logrando una receta más nutritiva y al mismo tiempo de buen sabor.
- Sal y pimienta al gusto.
- 2 cucharadas de aceite, para freir o si lo prefieres el aceite en spray especial para freir.
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Para que la consistencia de las hamburguesas sea la de la foto, preferí no procesar los frejoles hasta hacerlos un puré, en su lugar decidí aplastarlos con un tenedor. ¿Hasta cuando apretar con el tenedor? Dependerá de lo que prefieras, pero lo que te sugiero es que lo hagas hasta que la consistencia sea aproximadamente mitad puré y mitad trozos de frejol.
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Para preparar el aderezo calienta una sartén, luego echa el aceite e inmediatamente agrega la cebolla y el ajo, revolviendo bien para que no se queme. Añade un poquito de sal para que vaya tomando sabor la preparación.
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Luego de unos dos minutos, añade el tomate, el orégano y el comino (si lo estás utilizando) y revuelve para evitar que se queme.
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Aproximadamente 2 minutos después o cuando el tomate se vea cocido, agrega el perejil o culantro, revuelve por unos segundos y apaga el fuego.
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Echa los frejoles en un tazón para hacer la mezcla de las hamburguesas, añade el aderezo y mézclalo bien.
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Añade de a pocos la avena o la mezcla de granos que estés utilizando, lo que se busca es que la mezcla tenga una consistencia de masa, de manera que permita armar las hamburguesas. Al principio puedes agregarle media taza de la mezcla y luego agregarle más, en cucharadas, hasta que consigas la consistencia deseada. Esto con el fin de evitar echarle mucha avena y que de pronto la mezcla se ponga muy espesa. Si te pasara eso, puedes agregarle el agua de la cocción del frejol, de a pocos también.
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Sazona la mezcla con sal y pimienta, prueba la preparación y rectifica en caso de que sea necesario. Ten en cuenta que ya le pusiste sal al aderezo.
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Arma las hamburguesas con la ayuda de las dos manos, dándole la típica forma y las pones en la placa de horno que vayas a utilizar o en la sartén caliente con aceite, si es que las vas a freír.
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Para hornearlas, debes poner a precalentar el horno a la temperatura máxima, cuando estés a la mitad de la preparación. Cuando tengas la placa lista con las hamburguesas, la pones en el horno a temperatura máxima por 5 minutos para que se calienten bien y luego bajas la temperatura a 180°C (350°F). El tiempo de horneado dependerá del tamaño y grosor de las hamburguesas, pero 20 minutos es una buena referencia para revisar si ya están hechas de un lado y si ya están doradas, les das la vuelta y las dejas por otros 20 minutos. No se necesita que cocine ningún ingrediente, solo que la avena tome punto, similar a como si estuvieras haciendo galletas de avena.
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Para evitar que se peguen en la placa puedes poner papel encerado o utilizar esas láminas de silicona que evitan que se pegue.
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Esta receta no utiliza huevo, pero si deseas utilizarlo puedes ponerle uno o dos, dependiendo de la cantidad de frejol. El huevo le dará humedad, así que tendrás que añadirle avena hasta lograr la consistencia que permita armar las hamburguesas.
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Sírvelas inmediatamente en el pan o al plato. Le puedes poner encima rodajas de tomate o lechuga y alguna salsa. También puedes ponerle rodajas de palta o aguacate.
Tip para calentarlas: Para calentar las hamburguesas es importante que estén previamente descongeladas. Si no están descongeladas y estás en un apuro, puedes ponerlas al microondas en función de descongelar, de acuerdo con las instrucciones de tu horno. Pon a calentar en fuego fuerte una sartén de tamaño suficiente, de preferencia que sea antiadherente. Cuando esté caliente, pon las hamburguesas y baja el fuego a la mitad (para evitar que se te quemen, si estás haciendo otras cosas, mejor baja el fuego al mínimo). Deja que se calienten por un lado, por un minuto o dos, dales la vuelta y las dejas por el mismo tiempo. Tendrás que repetir la operación al menos dos veces hasta que sientas que están calientes. Tienes que supervisarlas sobre todo si es la primera vez que lo haces porque la intensidad del fuego de la cocina puede variar. De esta manera quedan crocantes como si estuvieran recién preparadas.
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Wenceslao Moro says
Excelentes quedaron