Hace tiempo que tenía la idea de preparar un pesto de arúgula, pero no lo hice hasta que mis amigos Jaime y Magaly, que tienen una hermosa huerta en su casa de campo, me regalaron una buena cantidad de hojas de arúgula, en realidad una planta completa. Entonces pensé que era la oportunidad para hacerlo y además para aprovechar la arúgula y evitar que se eche a perder. Igual que en el caso del pesto de semillas de calabaza al cilantro, esta receta es una prueba de que se puede preparar pesto de distintas maneras, incluso en este caso doy las instrucciones para prepararlo tanto en su versión vegana como con queso parmesano.
La verdad que el resultado me sorprendió gratamente, porque a pesar del sabor amargo de la arúgula, sólo tiene un ligero amargor que es muy agradable. Este pesto de arúgula se asemeja bastante al pesto de albahaca, pero el sabor tiene un giro interesante.
A partir de las hojas de arúgula que tenía, me salió bastante cantidad así que congelé el resultado, para para poder disfrutarla en las semanas siguientes. En esta receta he utilizado pecanas, pero puedes utilizar otro tipo de nueces. Los cashews sirven para darle cremosidad a la preparación pero sólo se utilizan para la versión vegana, en reemplazo del queso.
A continuación doy la receta de este pesto de arúgula.
Lee en este blog otras recetas que utilizan nueces o semillas para preparar salsas cremosas:
- Salsa Alfredo vegana
- Salsa huancaína vegana
- Pesto de espinaca y albahaca vegano
- Salsa rosa para pastas
- Penne con salsa de nueces
Receta de pesto de arúgula
Variación del tradicional pesto de albahaca, en el que se ha utilizado arúgula
en lugar de albahaca. Se ofrecen las instrucciones para preparar una
versión vegana.
- 3/4 taza de pecanas o nueces.
- 3/4 taza de cashew, (nueces de la India) remojados en agua por al menos 5 horas. Esto es para la versión vegana. Si lo prefieres puedes utilizar una taza de queso parmesano rallado en lugar de estas nueces.
- 3 tazas de hojas de arúgula. Deberás prensarlas un poco porque las hojas sueltas ocupan bastante espacio.
- 1/2 taza de aceite de oliva.
- 2 dientes de ajo. De ser posible tostados o soasados.
- 1 taza de agua Puede ser la del remojo de los cashews o caldo o la leche de tu preferencia, para hacer más suelta la preparación.
- 2 y 1/2 cucharadas de levadura nutricional. Sólo en caso de que estés siguiendo la versión vegana.
- sal y pimienta al gusto.
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Coloca las pecanas o nueces y el ajo en un procesador de alimentos y enciende hasta que hayas conseguido un polvo. Debes tener cuidado de no procesar mucho porque se puede comenzar a hacer una pasta.
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Si estas siguiendo la receta vegana, añade los cashews, el aceite de oliva y parte del agua, caldo o leche. Procesa hasta que obtengas una mezcla uniforme, de ser necesario agrega más líquido. Si decidiste utilizar queso parmesano, en este punto agrega el queso parmesano en lugar de los cashews.
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Añade las hojas y sigue procesando. Con esas cantidades va a salir una mezcla espesa, que no se puede utilizar aún para pasta. Añádele de a pocos más leche, caldo o aceite, dependiendo del gusto, para ayudar a que se haga una mezcla uniforme. Si el aceite que usas tiene un sabor fuerte, puede predominar en la preparación.
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Si estas siguiendo la receta vegana, en este punto añade la levadura nutricional. Si no has usado este ingrediente antes, puedes incorporarlo de a pocos y probando el sabor.
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Sazona con sal y pimienta, procesa, prueba la sazón y corrige en caso de ser necesario.
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Igualmente, verifica que tenga una consistencia suelta para que se mezcle bien con la pasta que uses. De ser necesario agrega más leche, agua o aceite, hasta que consigas la consistencia deseada.
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Vierte el contenido del procesador en una olla y ponlo a calentar a fuego bajo, por unos minutos. La idea es que se integren los sabores, se elimine cualquier patógeno que pueda haber venido en las hojas (dependiendo de la procedencia) y también para que el ajo se suavice, en caso de que hayas utilizado ajo fresco.
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Es muy posible que la salsa se ponga más espesa conforme pasa el tiempo, por lo que puedes agregarle luego más caldo leche o aceite, hasta obtener la consistencia deseada. Prueba nuevamente la sazón y corrige.
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