El risotto es una preparación muy versátil, lo puedes hacer con los ingredientes que te gusten más, solamente cuidando que se integren bien. En este post ofrezco una receta que no lleva carne, ni la necesita, que es el risotto de hongos.
Para que tenga un sabor intenso, es necesario utilizar hongos como el funghi porcini, shiitake u otro similar, de lo contrario, te saldrá con muy poco sabor y hasta soso.
En este post me voy a limitar a dar las instrucciones específicas para este risotto de hongos, pero si necesitas instrucciones más detalladas sobre cómo preparar un risotto, puedes consultar la receta básica de risotto en este mismo blog.
Si te animas a prepararlo, me gustaría que dejes un comentario en el blog, diciendo cómo te fue.
Receta
Se presenta la receta de un risotto de hongos, ideal para acompañar una carne o simplemente para comerlo sólo.
- 50 gramos de hongos secos. Puedes utilizar el funghi porcini, shitake u hongos de porcón (de una región de Perú). Remojados en agua caliente, al menos una media hora antes.
- 300 gramos de champiñones. U hongos portobellos. Cortados en trozos no muy pequeños (si son granes en cuartos y si son chicos en mitades. Los portobellos pueden llegar a ser muy grandes por lo que si es el caso deberás cortarlos por la mitad y luego en láminas.
- 2 tazas de arroz arbóreo.
- ½ de cebolla. Picada finita. De preferencia blanca para que sea transparente. La cebolla roja se ve de un color no agradable.
- 2 dientes de ajo picado finito o cucharadita de ajo molido.
- 1/4 taza de vino blanco.
- 2 cucharadas de perejil. Fresco, picado finito.
- 6 tazas de caldo de vegetales.
- 1/4 cucharadita de hierbas aromáticas secas. Las de tu preferencia. Las que uso bastante son la mezcla de finas hierbas que no son invasivas y dan un excelente sabor.
- Aceite para freír. Para al aderezo.
- Sal y pimienta al gusto.
- Aceite de oliva. Para darle untuosidad al final.
- Queso parmesano o levadura nutricional. Para el momento de servir.
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Cuela los hongos y reserva el agua que quedó. Pícalos en trozos pequeños, ya que esos hongos son carnosos y tienen un sabor más fuerte que los champiñones.
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En una olla con capacidad para contener toda la preparación, bien caliente, echa dos cucharadas de aceite, la cebolla y el ajo. Revuelve con frecuencia para que no se queme.
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Cuando la cebolla ya esté transparente, lo que ocurre en unos 2 a 3 minutos, añade el arroz para que se impregne de los sabores, revolviendo para evitar que se queme.
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Cuando comience a dorar el arroz, más o menos unos 2 minutos después, añade el vino y deja que se evapore el alcohol, removiendo.
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Añade el agua del remojo de los hongos, cuidando de retener cualquier residuo que tenga y los hongos, remueve para que se mezclen bien. Una vez que comience a hervir nuevamente, baja el fuego a medio y comenzará la cocción del arroz. El arroz arbóreo tarda unos 20 minutos en cocinar.
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Añade un poco de sal y pimienta, para que se vaya integrando. Si pruebas la sazón, ten en cuenta que le vas a añadir bastante líquido, por lo que no va a ser la sazón definitiva.
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Deja que cocine el arroz removiendo de tanto en tanto y añadiendo más caldo cuando veas que le falta.
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Cuando falten un par de minutos aproximadamente para que esté listo el arroz, añade los champiñones y revuelve para que se impregnen de los sabores.
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Prueba la sazón y rectifica en caso de ser necesario.
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Cuando esté listo el arroz y para saberlo deberás probarlo, apaga el fuego y echa un chorro de aceite de oliva. El tamaño del chorro dependerá de tu gusto y ayudará a que esté más untuosa la preparación. Mezcla bien y deja reposar unos 5 a 10 minutos antes de servir.
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En el plato puedes echarle un poco de queso parmesano y si lo quieres hacer vegano puedes prescindir sin problemas o echarle levadura nutricional.
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