El protocolo Wahls es un compendio de recomendaciones de dieta y otras prácticas, con el objetivo de revertir la esclerosis múltiple y las enfermedades autoinmunes en general. Lo desarrolló la doctora Terry Wahls como resultado de su propio proceso de investigación y experimentación, para lograr su recuperación de la esclerosis múltiple, que la tenía postrada en una silla de ruedas. El protocolo Wahls está documentado con sumo detalle en su libro del mismo nombre. A continuación hago un resumen del caso de la Dra. Wahls y del Protocol Wahls, que le sirvió para superar la esclerosis múltiple, basándome en la información de su libro.
Terry Wahls atleta, luego paciente de esclerosis múltiple
La Dra. Terry Wahls solía correr maratones y otras competencias atléticas de alto perfil en el mundo. También ha escalado montañas en Nepal, incluso obtuvo un cinturón negro de tae kwon do y una medalla de bronce en los juegos panamericanos de 1978 en Washington, DC.
Luego de muchos años de tratar de ignorar los síntomas, Terry Wahls fue diagnosticada el año 2000 con esclerosis múltiple. Para ese año su salud se comenzó a deteriorar rápidamente. Luego de dos años del diagnóstico ya no podía jugar fútbol con sus hijos como solía hacerlo. Para finales del 2002, se le hacía muy difícil desplazarse de una habitación a otra en el hospital donde trabajaba. Para mediados del 2003 los músculos de su espalda y estómago se habían debilitado tanto que necesitaba la ayuda de una silla de ruedas.
A los tres años del diagnóstico inicial, su enfermedad paso de esclerosis múltiple recurrente-remitente a esclerosis múltiple secundaria progresiva. En la segunda fase, la pérdida de la capacidad de movimiento se incrementó rápidamente, a pesar de la terapia agresiva a la que se sometía. Para el 2007, a sus 52 años, pasaba la mayor parte del tiempo en una silla de gravedad cero.
La medicina convencional y las enfermedades autoinmunes
La medicina convencional entiende que cuando se desarrolla una enfermedad autoinmune, el cuerpo pierde la capacidad de reconocer como propias a sus proteínas nativas. Los científicos están conscientes de que todas las enfermedades crónicas comienzan como resultado de una alteración en la bioquímica del cuerpo y de confusiones en la comunicación entre las células. Sin embargo, no llegan a entender por qué se da esa disfunción. Dado que la medicina convencional es una práctica de acción, antes que de exploración, se enfoca en reducir o detener el avance de la enfermedad, antes que en entender y atacar las causas. El curso de acción es generalmente la prescripción de fármacos.
El razonamiento es: Si no podemos entender el por qué, podríamos sin embargo intervenir en medio del proceso. Esa es hasta ahora la única manera probada para conseguir un impacto favorable y en forma consistente sobre el avance de una enfermedad autoinmune.
Efectos secundarios nada despreciables
Los fármacos que prescriben los doctores convencionales para una enfermedad autoinmune buscan debilitar a las células del sistema inmunológico, de manera que no puedan atacar al cuerpo con tanta fuerza. En definitiva, tratan de bloquear una parte de la respuesta inmunológica del cuerpo, utilizando diversos mecanismos. A medida que avanza la ciencia, será posible actuar sobre distintas formas de acción de la función inmunológica. Sin embargo, todavía será difícil atacar en todos los aspectos, a un sistema tan complejo como es el sistema inmunológico.
Si lo único que hicieran los fármacos utilizados fuera “frenar” el sistema inmunológico, sería muy bueno, pero eso no es así, al menos hasta el momento. Todos los fármacos que tienen como objetivo reducir la acción de las células inmunitarias, tienen una lista extensa de efectos secundarios, que impactarán negativamente en la calidad de vida. Algunos de esos efectos secundarios incluyen fatiga, dolor en las articulaciones, dolores, depresión o úlceras en la boca. Todos los anteriores, además de los ya mencionados, como mayor riesgo de infecciones y sensación de malestar general.
Inactivar la función inmunológica puede crear problemas
Además de los efectos secundarios descritos, la acción de “apagar” la función inmunológica puede crear problemas serios en el ser humano, que es una máquina muy complicada. Por ejemplo, el sistema inmunológico es crítico para reparar el desgaste que se produce cada día de nuestra vida. Por lo tanto al “apagarlo”, también se está desactivando o limitando en forma importante el mantenimiento y reparación que las células inmunológicas hacen por nosotros todos los días. Las consecuencias pueden ser un envejecimiento más acelerado.
Si tienes un diagnóstico de una enfermedad autoinmune, los especialistas que veas van a enfocarse en tratar los síntomas, pero serán claros en decirte que no es posible curarse de esas enfermedades (según la medicina convencional). Te van a prescribir una lista de fármacos para aliviar los síntomas, pero sus efectos solamente van a exacerbar tu problema en el largo plazo, por sus efectos secundarios.
En conclusión, los fármacos podrán ayudarte con los síntomas y posiblemente reducir el avance de la enfermedad. Al mismo tiempo, los efectos secundarios podrían hacer que te sientas peor de lo que estabas antes de la medicación.
El protocolo Wahls – Un mensaje de esperanza
El libro de la Dra Terry Wahls, “El protocolo Wahls”, lleva un mensaje de esperanza y no podría ser más directo: No tienes que ser una víctima. La enfermedad o condición que tienes es real, pero hay muchas cosas significativas que puedes hacer para ralentizar, detener o incluso revertir los síntomas. Los medicamentos no van a hacer que se vaya la enfermedad, pero tu cuerpo puede sanar, si le das las herramientas.
Una enfermedad no es simplemente una condición de causa-efecto. Es una combinación compleja de fuerzas, tanto genéticas como ambientales. Afortunadamente para todos nosotros, los aspectos ambientales son de mayor importancia que los genéticos, y sobre ellos podemos actuar en forma inmediata para manejarlos, con la ayuda del Protocolo Wahls.
Las decisiones del estilo de vida son claves
Tus decisiones del estilo de vida pueden realmente reparar la bioquímica alterada y restaurar tu vitalidad. Estas son grandes noticias para cualquier persona con una enfermedad autoinmune o cualquier otra enfermedad crónica. Tu puedes cambiar tu vida. No tu doctor. No tu farmacéutico. No tu frasco de pastillas. TU. El poder está en tus manos.
Cuando una enfermedad crónica es el resultado de una deficiencia, los fármacos no van a resolver el problema. Como seguramente ya te has dado cuenta, la esclerosis múltiple no se produce por una deficiencia de un fármaco como Copaxone (el medicamento más reciente para la EM). Del mismo modo, la depresión no es una deficiencia de antidepresivos como Prozac. No, esos problemas no se producen por deficiencias de medicamentos, sino que se originan por deficiencias en tus células, que llevan a problemas en la bioquímica y a problemas de comunicación entre las células.
Si consideramos la nutrición al nivel celular, existen muchos estudios científicos que pueden guiarnos. La ciencia ya ha demostrado que cuando le das a tus células más de lo que ellas necesitan, ellas no sólo sobrevivirán sino que podrán sanar. Si las privas de nutrientes esenciales, se van a deteriorar. Es posible que no mueran, al menos no en forma inmediata, pero pronto comenzarán a fallar en sus funciones, y ahí es exactamente donde comienza el problema.
Autoinmunidad, inflamación y enfermedades crónicas
A nivel celular, la esclerosis múltiple puede parecer una enfermedad con características particulares. Sin embargo, no es muy diferente de otras enfermedades autoinmunes o enfermedades crónicas. Tampoco es muy diferente de los desórdenes del comportamiento.
La disfunción celular, que es la causa raíz de las enfermedades autoinmunes, es compartida por otras enfermedades. Los científicos han descubierto que prácticamente todas las enfermedades crónicas que hoy en día causan tanto sufrimiento y que están elevando en forma sostenida los presupuestos de salud de los gobiernos, tienen cuatro cosas en común:
- Disfunción de la mitocondria
- Inflamación excesiva
- Altos niveles de cortisol
- Ausencia o insuficiencia de microorganismos que promueven la salud y que viven en nuestro cuerpo (juntos representan nuestra microbioma o flora intestinal).
Eso significa que todas las personas que presentan esos cuatro factores, tienen en realidad la misma enfermedad.
Todas las enfermedades comienzan con una alteración de la bioquímica del organismo y con problemas de comunicación tanto al interior de las células como entre ellas. Para restaurar la salud, es preciso hacer que la bioquímica regrese a su estado normal y también la comunicación entre las células. Lo anterior es válido para todas las enfermedades y la distinción entre los distintos desórdenes autoinmunes es francamente arbitraria.
¿Qué es una enfermedad autoinmune?
Autoinmunidad es una condición en la que las células del sistema inmunológico están confundidas o desorientadas y comienzan a atacar a las propias células del cuerpo.
Todas nuestras células tienen en la membrana unos receptores. Esos receptores le dan la información a las células del sistema inmunológico para que puedan identificarlas como parte de nuestro cuerpo. Cuando las células del sistema inmunológico no ven o no identifican esos receptores, interpretan que esas células son foráneas y concluyen que podría estarse produciendo un ataque.
El sistema inmunológico sólo es capaz de identificar si una célula es propia o externa. Si no es propia, entonces debe determinar si puede ignorarla o si representa algún peligro. En caso de representar peligro, se encienden las alarmas, para que todos los recursos del sistema inmunológico comiencen a atacarla, con el objetivo de dañarla o destruirla. De esa manera, evitar que los intrusos puedan hacerle daño al cuerpo.
Principales factores de riesgo para la autoinmunidad
La autoinmunidad se puede originar como resultado de alguno de los siguientes factores o una combinación de ellos:
Intestino permeable
Las paredes del intestino tienen un recubrimiento que es como una malla muy fina. En condiciones normales, esa malla debería permitir solamente el paso al torrente sanguíneo de partículas muy pequeñas que estén completamente digeridas, fundamentalmente los nutrientes.
Cuando esa malla se relaja y los espacios o agujeros se hacen más grandes, se produce lo que conocemos como intestino permeable. Cuando eso ocurre, la malla deja pasar al torrente sanguíneo partículas de alimento no completamente digeridas, fragmentos de bacterias o toxinas, entre otras partículas, que no deberían pasar. Una vez en la sangre, esas partículas provocan una reacción del sistema inmunológico, que las identifica como extrañas al cuerpo.
El sistema innmunológico reacciona por un lado produciendo anticuerpos con el objetivo de atacar esas proteínas y por el otro, desencadena procesos que producen inflamación. En el caso de la autoinmunidad, se genera un estado generalizado de inflamación y también sentimientos no específicos de fatiga, malestar y cambios de humor.
Algunos doctores no aceptan todavía que el síndrome del intestino permeable es un problema real. Sin embargo cada vez más científicos, incluidos los especialistas en autoinmunidad, reconocen que este síndrome es real y que tiene incidencia en el desarrollo de la autoinmunidad.
La permeabilidad intestinal puede ocurrir por diversas razones, incluyendo un desbalance en la flora intestinal (disbiosis), sensibilidades alimentarias y alergias, medicamentos de prescripción y de venta libre (especialmente antibióticos y medicamentos para la acidez), o inflamación por cualquier razón (como por una infección, exposición a toxinas o estrés prolongado). También existen evidencias de que los aditivos alimentarios pueden incrementar la permeabilidad intestinal.
Hay muchas teorías sobre cómo es que una persona desarrolla el intestino permeable, pero con frecuencia es el primer paso en el desarrollo de la autoinmunidad.
Disbiosis
Existen muchos factores que pueden alterar el balance en la flora intestinal o microbioma humana, que es la colección de bacterias, hongos o virus que viven en nuestro aparato digestivo. Una dieta inadecuada, el estrés y muchos de los mismos factores listados antes que causan inflamación, pueden también alterar ese balance. El desbalance de microorganismos favorece un sobre desarrollo de las levaduras y bacterias que les gusta el azúcar, reduciendo al mismo tiempo el número de los microbios beneficiosos.
Tener una flora intestinal en la que predominan los microorganismos incorrectos puede disparar la respuesta agresiva de las células inmunitarias. Adicionalmente, puede producir un desbalance en la producción de neurotransmisores, llevando a problemas en el estado de ánimo y en la capacidad de pensar.
La disbiosis se relaciona con muchos problemas de salud crónicos, especialmente aunque no exclusivamente, con aquellos relacionados con el sistema digestivo como la enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa y enfermedad celíaca. También ha sido relacionada con todas las enfermedades autoinmunes. Tener una sobrepoblación de microorganismos que les gusta el azúcar contribuye también a la permeabilidad intestinal.
Proteínas deformadas
Las proteínas de los tejidos humanos pueden cambiar de forma al alterarse su estructura molecular. Cuando eso pasa, ya no son reconocidas como propias por el sistema inmunológico y propician el ataque de las células inmunitarias y la producción de anticuerpos. Ese cambio de estructura puede deberse al exceso de azúcar, a la presencia de metales pesados, al tabaco, a la polución, o a la exposición a solventes u otras toxinas. Estas proteínas deformadas pueden hacer que el sistema inmunológico comience a atacar al propio cuerpo.
Las bacterias, hongos o virus que ingresan al organismo pueden tener unas características similares a las células propias. Esto se denomina mimetismo molecular. En su intento de atacar a esos organismos foráneos, el sistema inmunológico ataca accidentalmente a las células que tienen el mismo aspecto. Los anticuerpos creados para atacar a esos organismos pueden reaccionar también con tejidos propios, llevando a un proceso de enfermedad autoinmune.
Muerte prematura de células
La muerte prematura de células puede generar la diseminación de sus restos (ADN, mitocondria, ATP). Esos restos de células pueden confundir al sistema inmunológico, disparando el desarrollo de anticuerpos y llevando eventualmente a un proceso de enfermedad autoinmune, si es que no se controla.
La epigenética
De acuerdo con la epigenética, los factores ambientales (como la alimentación, el estilo de vida, el comportamiento y el estrés) pueden cambiar la salud, no solo de las personas que están expuestas a ellos, sino también la de sus descendientes.
Se sabe que algunas personas son mas proclives a desarrollar autoinmunidad, problemas cardiovasculares, cáncer, diabetes u obesidad, así como una lista interminable de otros problemas de salud.
En contra de lo que se suele decir, la genética no determina nuestro destino ni es una sentencia. Teniendo en cuenta la predisposición existente, aquellas personas que se vean expuestas a determinados factores de riesgo, seguramente desarrollarán una enfermedad. Sin embargo, otras personas con los mismos factores de riesgo pueden reducir o eliminar su exposición a esos factores de riesgo y no desarrollar la enfermedad. Es algo muy interesante, es como si se pudiera “encender” o “apagar” los genes portadores que traen consigo ese riesgo.
Los mismos factores de riesgo, muchas enfermedades
Cuando los factores de riesgo listados actúan, sin importar cuál de ellos es predominante, el resultado es el mismo. El sistema inmunológico, que debería proteger al cuerpo, termina atacándolo. Dependiendo de qué estructuras ataque, se definirá la naturaleza de la condición autoinmune. Así podríamos estar hablando de esclerosis múltiple, asma, psoriasis, exzema, tiroides de Hashimoto, artritis reumatoide, etc.
Aunque todas esas enfermedades parezcan diferentes, la causa en los más de 140 tipos diferentes de condiciones autoinmunes es la pérdida de la capacidad del sistema inmunológico de distinguir entre las células propias y las externas. Como resultado, ataca a las células propias.
También se cree que una condición autoinmune puede ser la causa de más condiciones crónicas de lo que previamente se pensaba, tales como problemas cardiovasculares, hipertensión, migrañas o trastornos del estado de ánimo. Aunque las investigaciones que existen actualmente no puedan confirmarlo.
El protocolo Wahls ayuda a actuar contra esos factores de riesgo, ayudando a recuperar la salud.
¿De dónde proviene la salud?
Las células son en esencia los pequeños bloques de los que están hechos nuestros cuerpos. Hay células de diferentes tamaños y formas y cada una está diseñada para hacer distintas cosas. Sin embargo, las células necesitan unas condiciones particulares para poder funcionar en forma eficiente. Las células necesitan recibir ciertos nutrientes para poder realizar el trabajo y mantenernos saludables.
Si no tienen acceso a esos nutrientes, las células comienzan a funcionar en forma defectuosa e incluso mueren. ¿De donde vienen esos nutrientes? De nuestra alimentación exclusivamente. Si no les proveemos de los nutrientes necesarios y si no las protegemos de las toxinas dañinas, entonces no trabajarán como deberían. La genética puede determinar un riesgo de que algo vaya mal, pero cuando las células no obtienen lo que necesitan, eventualmente algo comenzará a ir mal.
Cuando la células no obtienen los nutrientes que necesitan o no tienen el ambiente que requieren, entonces la mitocondria no producirá suficiente energía o no producirá energía en forma eficiente. Esta situación puede generar una cadena de reacciones bioquímicas disfuncionales que eventualmente lleven al inicio de una enfermedad crónica. Cuando eso ocurre, las células no funcionarán bien y por extensión, los órganos y el cuerpo entero en general, no podrán funcionar correctamente.
Gran parte del riesgo proviene del ambiente
Entre un 70 y 90 por ciento del riesgo de desarrollar alguna enfermedad crónica proviene del ambiente. El ambiente para una célula significa lo que comemos, bebemos, respiramos, dónde nos bañamos, cómo nos movemos e incluso cómo pensamos e interactuamos con la gente.
Lo que importa realmente es cómo tus genes interactúan con la acumulación de tus decisiones. Eso es lo que va a determinar si es que tendrás buena salud o si desarrollarás una enfermedad crónica. La clave es saber cómo cambiar las probabilidades de lograr una salud óptima, dados los genes con los que nacimos, haciendo el ambiente interno, es decir el ambiente celular, lo más favorable posible.
La disfunción celular causada por la falta de nutrientes apropiados y/o la presencia de toxinas, incluyendo las que el cuerpo genera como resultado de la digestión de los alimentos o por el estrés excesivo, pueden ser suficientes para encender los genes de las enfermedades.
La clave para evitar toda esa serie de procesos que deterioran nuestra salud es darle a las células el combustible que requieren para producir la energía que necesita el cuerpo. La fuente de ese combustible son los alimentos. Es importante que tengamos presente eso.
El protocolo Wahls está diseñado para atacar la raíz del problema – El funcionamiento de las mitocondrias
Si consideras que tienes alguna de las enfermedades referidas, tus mitocondrias se beneficiarán en gran medida de un “mantenimiento”. Cada aspecto del protocolo Wahls está pensado para ayudar a mejorar el funcionamiento de tus mitocondrias sea directa o indirectamente, pero nada lo hace más que mejorar tu dieta. Con el protocolo Wahls vas a comenzar a inundar a tu organismo con vitaminas del grupo B, minerales, antioxidantes y aminoácidos que tu cuerpo necesita para mantener a la mitocondria bien alimentada, de tal manera que cada aspecto de tu salud, desde el nivel celular hacia arriba, podrá comenzar a repararse.
Una receta simple: Alimentos
Las células tienen aproximadamente 4,000 diferentes sistemas de enzimas, con más de 1,000 diferentes señales químicas, que realizan miles de millones de reacciones químicas cada segundo. Se ha identificado que hay 250 nutrientes diferentes que pueden impactar la salud y literalmente existen unos miles más que no han sido descubiertos por los científicos, que son importantes para gozar de buena salud. Es muy difícil que una persona obtenga cantidades suficientes de todos esos nutrientes.
La única manera de obtener todos los nutrientes que nuestros cuerpos necesitan, es a través de una buena alimentación. Ojo, si bien es posible obtener algunas vitaminas o minerales y otros nutrientes a través del consumo de suplementos, nada reemplaza el consumir alimentos reales. Los nutrientes en los alimentos en estado natural tienen un mayor efecto en la salud. Eso posiblemente sea porque se da una sinergia entre todos sus componentes, en comparación con obtener nutrientes aislados, a través de suplementos.
Los alimentos reales son la clave
Por ello, el protocolo Wahls está específicamente diseñado para utilizar alimentos reales de maneras muy particulares, con el fin de satisfacer los amplios requerimientos nutricionales de las células. Lo que sí se sabe es que cuando los niveles de vitaminas, minerales y antioxidantes en el organismo caen por debajo de los niveles mínimos, la salud se deteriora.
Es importante que entendamos que la alimentación todo lo puede. La Dra. Terry Wahls sigue teniendo las lesiones en su médula espinal cervical y de acuerdo a la medicina convencional ella sigue teniendo esclerosis múltiple, las lesiones se pueden ver en una resonancia magnética. Aunque parte del daño es permanente, el cerebro y la médula espinal pueden desarrollar nuevas conexiones entre las células del cerebro y reparar el daño a la mielina, restaurando las funciones. Ese es un punto clave. Sus lesiones ya no evitan que pueda caminar y ya no la afectan en la forma que lo hicieron alguna vez.
Los alimentos pueden influenciar la tormenta de destrucción que se produce en el interior del cuerpo. La pregunta es: ¿Queremos continuar avivando esa tormenta o trataremos de amainarla dándole al cuerpo los nutrientes que necesita para poder combatir los efectos debilitantes de una enfermedad autoinmune o cualquier otra enfermedad crónica y recuperar la salud perdida.
El protocolo Wahls – La dieta
La dieta es un aspecto crucial del proceso de restauración de la salud. La dieta del protocolo Wahls involucra distintos niveles. El más básico, denominado la dieta Wahls, es básicamente una dieta muy saludable pensada para ayudar a restablecer el equilibrio bioquímico del organismo. El siguiente nivel, denominado Wahls Paleo, es un poco más estricto y finalmente el nivel Wahls paleo plus es para aquellas personas que requieren una intervención seria y rápida.
El protocolo Wahls también incluye una dieta de eliminación, que es una versión baja en lectinas, especialmente pensada para aquellas personas con enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reumatoide y otras condiciones relacionadas con la alimentación, que son difíciles de identificar y para condiciones autoinmunes que siguen presentando síntomas después de haber seguido el protocolo por algún tiempo.
La dieta del protocolo Wahls puede parecer difícil al principio. Sin embargo no es necesario hacer todos los cambios a un mismo momento. En las instrucciones se explica bien el proceso, de manera que puedas entender exactamente qué estás haciendo y por qué, antes de que intentes algo radical.
A continuación voy a reproducir la información relacionada al primer nivel de la dieta Wahls, que es la más básica dentro del Protocolo Wahls y que involucra tres elementos principales:
1. Nueve tazas de frutas y vegetales cada día
Esa cantidad deberá descomponerse de la siguiente manera:
- 3 tazas bien colmadas de vegetales de hoja verde como col rizada (kale), berza o col forrajera, acelga, verduras asiáticas y lechugas (mientras más oscuras mejor).
- 3 tazas de vegetales y frutas de color intenso, como bayas o berries, tomates, beterraga, zanahoria y calabaza.
- 3 tazas de vegetales ricos en azufre, incluyendo brócoli, repollo, espárragos, coles de Bruselas, nabos, rábanos, cebollas y ajos.
2. Eliminar el gluten y los lácteos
Las nueve tazas de vegetales y frutas aportan al cuerpo una buena cantidad de nutrientes, que le estaban haciendo falta. No obstante, es necesario retirar de la dieta aquellos alimentos que podrían estar causando alguna reacción como son el gluten y los lácteos. A diferencia del primer elemento en el que se puede aceptar alguna flexibilidad, la recomendación respecto de este punto es ser muy estricto. Dejar de comer de inmediato gluten y lácteos podría ser lo más importante que hayas hecho jamás por ti.
Con frecuencia las personas con enfermedades autoinmunes tienen intestino permeable. Está demostrado que el gluten y los lácteos pueden contribuir al origen de esta condición o a agravarla. El proceso del intestino permeable y cómo afecta en la salud lo explico en 4 pasos para curar el intestino permeable y las enfermedades autoinmunes.
3. Consumir carnes orgánicas de crianza natural y pescados de captura salvaje
Contar con proteína animal de alta calidad es el tercer elemento crucial en la dieta Wahls. En el protocolo Whals se explica que aunque es posible que una persona sea vegetariana o incluso vegana, no se recomiendan esos esquemas de dieta y hace una explicación detallada del por qué de esa recomendación controversial. Las fuentes de proteínas de la mejor calidad para los humanos son las carnes de animales criados en libertad con alimentación natural, la carne de caza y los pescados de captura salvaje. Esas proteínas son altamente recomendadas.
Este es un punto importante porque en mercados no muy desarrollados es casi imposible conseguir en forma comercial carne de esas características. En base a mi conocimiento y experiencia, yo recomendaría en esos casos reducir al mínimo las raciones de carne e incrementar el consumo de pescado de captura salvaje. Eso deja fuera a la tilapia, la basa, la trucha o el salmón, que en su mayoría son de criadero (lee La realidad sobre los pescados de criadero).
El protocolo Wahls incluye otros elementos, además de la dieta
La alimentación es el componente principal del protocolo Wahls. Sin embargo, la dieta no es lo único que la Dra Wahls cambió en su vida, con el fin de revertir drásticamente sus síntomas.
Muchos factores distintos influyeron en su recuperación continua. Todos esos factores han sido integrados dentro del protocolo Wahls. Todo lo que incluye este protocolo lo puedes seguir en tu casa, sin ningún otro requisito especial. Al seguir el protocolo Wahls le das a tu cuerpo las mejores posibilidades de sanar.
A continuación desarrollo esos otros aspectos:
Eliminar la carga tóxica
En condiciones normales, el cuerpo espera recibir del exterior comida, agua y oxígeno, pero no pesticidas, colorantes o fármacos, que son considerados tóxicos. Aunque es posible que algunas de las sustancias tóxicas que ingresan al organismo no tenga ningún efecto negativo, muchas de ellas pueden confundir los procesos de señalización que se dan al interior de las células y entre ellas.
Hoy en día los ambientes en que vivimos, trabajamos y donde pasamos el tiempo libre están recargados de toxinas. La Agencia de protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) tiene registradas más de 90 mil sustancias tóxicas. Muchas de esas toxinas provienen de los aditivos alimentarios y residuos tóxicos vertidos por las industrias en el aire y en el agua de los ríos.
En adición a que estamos expuestos a toxinas desde distintas fuentes, no obtenemos a través de la alimentación los nutrientes que necesitamos para ayudar a nuestros cuerpos a eliminar en forma eficiente las toxinas que ingerimos, respiramos o absorbemos. Es increíble pensar que a pesar de todo ello, una persona pueda vivir años sin desarrollar ninguna enfermedad autoinmune o crónica.
Muchos estudios han encontrado relación entre los químicos del ambiente y una amplia variedad de problemas de salud, como problemas neurodegenerativos, desordenes del comportamiento, diabetes, problemas cardiovasculares crónicos o cáncer.
Nuestro organismo también produce toxinas
Para hacerlo más complejo, en adición a todos esos químicos a los que se ve expuesto desde el exterior, nuestro organismo produce toxinas. Se llaman endotoxinas y se originan como productos de desecho de las reacciones químicas que se dan en el organismo. Idealmente, una persona saludable que recibe regularmente una nutrición completa, debería ser capaz de eliminar esas toxinas eficientemente. No obstante, si la alimentación no le aporta los nutrientes necesarios para mantener el motor de desintoxicación funcionando en forma continua, podría ser que experimente problemas en eliminarlas.
Hay que prestar atención a las toxinas que entran por la piel
Estamos expuestos a toxinas del ambiente todo el tiempo, pero el grupo de toxinas más intenso y el más fácil de controlar, es el que entra en contacto con la piel. La piel es el órgano más grande que tenemos y es muy importante para la eliminación de toxinas. Lo que la gente en general no está consciente es que la piel también absorbe toxinas.
Piensa en todos los jabones, lociones, protectores solares y medicinas que has aplicado alguna vez a tu piel. Todos ellos son absorbidos y entran a tu sistema. Fíjate en los químicos que contienen, todos ellos necesitarán ser procesados y eliminados por tu hígado y tus riñones. Por esa razón, una forma efectiva de minimizar tu exposición a elementos tóxicos es escogiendo productos de higiene personal tan naturales como sea posible. También podrías preguntarte cuántos de los productos que utilizas los necesitas realmente.
Ojo con los desodorantes antitranspirantes
Una categoría que utilizamos todos y que puede ser una fuente de toxinas son los desodorantes antitranspirantes. El principio activo de esos desodorantes son las sales de aluminio, un metal pesado que se ha encontrado que tiene relación con la demencia, el mal de Parkinson y los procesos neurodegenerativos. Trata de utilizar un desodorante natural que no contenga aluminio.
En el Protocolo Wahls se explica cuántos de esos químicos se asocian con las principales causas de discapacidad y de enfermedades. Ayuda a identificar dónde están las exposiciones a esos químicos y los pasos específicos que puedes dar para reducir la exposición. También explica cómo es que el cuerpo procesa los químicos y los elimina.
Lo más importante, en el libro podrás encontrar los pasos específicos que puedes dar para fortalecer y optimizar en forma segura los sistemas de eliminación de toxinas de tu organismo. Así podrás ir reduciendo en forma paulatina y segura la carga de toxinas de tu cuerpo, que están almacenadas en los tejidos adiposos.
Ejercicio y estimulación eléctrica
Tu cerebro y tu cuerpo en general necesitan que uses los músculos y te muevas, incluso si tienes una enfermedad degenerativa. El ejercicio es importante para mantener el balance apropiado de las hormonas en el cerebro y en el cuerpo. El ejercicio es una parte crítica de la rehabilitación para cualquiera que haya tenido un accidente cerebro vascular (ACV) o una lesión traumática en el cerebro. También es un aspecto crítico en la restauración de la salud para cualquiera que tenga una condición autoinmune o enfermedad crónica.
Es importante comprometerse a un programa de ejercicio porque es la única manera de prevenir el deterioro de la masa muscular. La pérdida muscular ocurre como parte del envejecimiento natural y el ejercicio disminuye la velocidad de pérdida de masa muscular relacionada con el envejecimiento.
La estimulación eléctrica puede ser de mucha ayuda
La vida sedentaria o tener que estar postrado en una cama, aceleran aún más la pérdida muscular. Por ello es crítico ejercitarse y mantenerse activo para mantener la masa muscular y prevenir la pérdida muscular acelerada.
Es importante que una persona con una enfermedad crónica realice la cantidad adecuada de ejercicio, pero no demasiado y que sean el tipo de ejercicios adecuados para sus necesidades. En el libro se habla sobre este tema y también acerca de la estimulación eléctrica, un proceso que tuvo un efecto dramático en la movilidad de la Dra Terry Wahls, lo mismo que en su estado de ánimo.
Los atletas han venido usando la estimulación eléctrica para acelerar su recuperación. También los terapeutas físicos la recomiendan cada vez más a sus pacientes para acelerar su rehabilitación y su recuperación, de una variedad de lesiones o problemas físicos.
Si tienes un diagnóstico que afecta tu capacidad de movimiento, es una buena alternativa explorar la estimulación eléctrica en conjunto con tu programa de ejercicios, así como tu rehabilitación.
Suplementos, medicinas y tratamientos de la medicina convencional y alternativa
La Dra. Wahls cree firmemente que la mayor parte de los nutrientes deben provenir de la alimentación. Sin embargo, dependiendo de las necesidades particulares del paciente, se podría beneficiar de ciertos suplementos. En el Protocolo Wahls, explica cuáles recomienda y cuáles considera que son contraindicados.
En el Protocolo Wahls se explica cuándo puede ser conveniente un tratamiento con fármacos y qué es lo que dicen las investigaciones sobre el riesgo de continuar o descontinuar los tratamientos. De esta manera, te ayudará a saber qué estrategia seguir, a medida que comienzas con el protocolo Wahls.
Finalmente, en el libro se incluye la opinión de la Dra. Wahls sobre los tratamientos de la medicina alternativa, desde su perspectiva de doctora convencional convertida en defensora de la medicina funcional. Explica qué tratamientos deberías probar y otros que ella considera que deberías evitar. Aprende qué está probado y qué es mera especulación, lo mismo que cuáles son seguros y cuáles podrían no serlo.
Técnicas de reducción del estrés
La reducción del estrés es algo absolutamente crítico para optimizar la capacidad del cuerpo de sanar. El estrés genera en el cuerpo una cadena de cambios que pueden ser altamente beneficiosos en un período corto de tiempo pero altamente destructivos en el largo plazo. En el Protocolo Wahls se explica exactamente por qué y cómo es que puedes salir del modo de pelea o huida.
Perspectiva de la medicina funcional sobre las enfermedades autoinmunes
Una noche, mientras se dedicaba a buscar información que le permitiera aliviar los síntomas de la esclerosis múltiple, la Dra. Terry Wahls encontró la página web del Instituto de Medicina Funcional y de inmediato quedó intrigada. La medicina funcional es un método alternativo de cuidado de la salud que se enfoca en descubrir y tratar las causas raíz de las alteraciones de la bioquímica. La Dra. Wahls entendió que la medicina funcional era la única forma de corregir las disfunciones bioquímicas, de manera que fuera posible recuperar la salud perdida.
La medicina funcional provee una forma distinta de enfrentar las enfermedades autoinmunes y ofrece mayores probabilidades de encontrar alivio. El problema con el esquema convencional de tratamiento es que se concentra en prescribir fármacos. Está demostrado, estudio tras estudio, que la dieta, la exposición a toxinas y el nivel de actividad son responsables por el 70 al 95% del riesgo de las enfermedades autoinmunes, los problemas mentales, el cáncer y en general la mayoría de las enfermedades crónicas.
Los fármacos no mejoran la calidad de la dieta, tampoco reducen la exposición a toxinas, de hecho generalmente la incrementan. Definitivamente no incrementan el nivel de actividad física y muy rara vez ayudan a reducir el nivel de estrés crónico que pueda estar experimentando el paciente.
Sabemos que el sistema inmunológico ataca al cuerpo al confundir las proteínas propias con las externas o “peligrosas”. Pero de acuerdo al enfoque convencional, en lugar de dedicar los esfuerzos en determinar por qué ocurre eso, nos enfocamos en aliviar los síntomas. No nos preguntamos ¿Qué reacciones bioquímicas están defectuosas que llevan a confundir las proteínas propias? ¿Cuál es la naturaleza exacta de la bioquímica defectuosa? o ¿Cuáles son los factores ambientales que disparan o empeoran esas condiciones?
La medicina funcional revisa todos los ángulos
La medicina funcional revisa todos los ángulos y se pregunta: ¿Qué es lo que está produciendo esto? ¿Se origina desde adentro o viene de afuera? o ¿Son efectos de lo que hay afuera sobre lo que hay adentro? En definitiva, es inclusiva antes que reduccionista o excluyente.
Es por ello que el tratamiento de las enfermedades autoinmunes con la medicina funcional involucra desde una entrevista detallada del paciente y su historia, hasta pruebas físicas y de laboratorio, para investigar qué tan bien están funcionando los procesos químicos del organismo. A partir de esa información, se buscará optimizar el ambiente del organismo para minimizar la hiperreactividad, que es el camino contrario a utilizar fármacos como la primera y única intervención.
Es posible que la Dra. Wahls incluya fármacos como parte del plan de tratamiento. Si es el caso, siempre será como parte de un plan detallado que tenga como base una dieta terapéutica y cambios en el estilo de vida.