
¿Has tenido cáncer de mama, especialmente los tipos con receptores de estrógeno y te han recomendado no consumir soya? O simplemente ¿has decidido no consumir soya como forma de reducir tu riesgo de cáncer, por todo lo que se dice sobre este producto en relación con el cáncer? Estas situaciones son bastante comunes hoy en día, aunque no tienen base científica. En este post pretendo dar luces sobre los mitos y verdades de la soya y el cáncer de mama.
¿Qué es la soya?
La soya es una planta de la familia de las leguminosas cuyo consumo ha sido común en Asia durante miles de años y se cultiva por sus semillas. La soya contiene isoflavonas (una familia de fitoestrógenos presentes principalmente en la soya) y es rica en fibra, potasio y magnesio. También tiene contenidos medio de grasa y alto de proteína.
La soya es consumida en forma extensiva en oriente desde hace miles de años y se elaboran distintos derivados como el tofu, la leche de soya, el tempeh (soya fermentada) o el miso (pasta fermentada aromatizante), entre otros productos alimenticios. La soya se usa para tratar los síntomas de la menopausia, la osteoporosis, los problemas de memoria, la presión arterial alta y los niveles altos de colesterol.
¿Es realmente segura la soya para las sobrevivientes de cáncer de mama?
Este es un tema sobre el que las opiniones están claramente divididas y como este es un tema que me viene dando vueltas hace tiempo, me puse a buscar información científica y en este post he recopilado algunos estudios que están a favor del consumo de soya y desbaratan el mito de que es cancerígena.
La clave está en los fitoestrógenos
La clave de la controversia sobre la seguridad de la soya radica en el papel de los fitoestrógenos (estrógenos de origen vegetal) que contiene y si estos son seguros para las mujeres en general y en particular para las sobrevivientes de cáncer de mama en particular. Con frecuencia me comentan que los médicos e incluso terapeutas naturistas recomiendan a las mujeres evitar por completo la soya.
La base del problema es la idea generalizada de que los fitoestrógenos podrían actuar como estrógenos débiles, ello a partir de estudios realizados con animales. Por esa razón, a las mujeres que tienen o han tenido tumores con receptores de estrógeno positivos (lo que significa que el estrógeno supuestamente impulsó el crecimiento de sus tumores) se les recomienda tener precaución y no consumir demasiada soya o evitarla por completo.
Pero el tema es que esa información se basa en los hallazgos de estudios que investigaron el consumo de isoflavonas en roedores, no en humanos. Estudios posteriores han descubierto que el cuerpo humano metaboliza las isoflavonas de forma diferente a los roedores.
Soya y el cáncer de mama – 7 estudios que respaldan la seguridad de su consumo
Estuve revisando la información científica que existe disponible al respecto y la abrumadora mayoría de la información que he encontrado indica que la soya es realmente beneficiosa para las sobrevivientes de cáncer de mama, independientemente de si tuvieron cáncer de mama con receptor de estrógeno positivo o negativo o en la presencia de mutaciones del gen BRCA.
A continuación comparto información de algunos de los estudios más representativos que encontré sobre la soya y el cáncer de mama:
Estudio 1 – Estudio de Supervivencia al Cáncer de Mama de Shanghái, diciembre de 2009
Este estudio fue publicado en el Diario de la Asociación Médica de Estados Unidos. El objetivo fue evaluar la asociación de la ingesta de alimentos de soya después del diagnóstico de cáncer de mama. En el estudio participaron más de 5,000 mujeres sobrevivientes de cáncer de mama de entre 20 y 70 años, diagnosticadas entre marzo de 2002 y abril de 2006 a las que se les hizo seguimiento durante 3.9 años.
Este fue uno de los estudios poblacionales más extensos sobre supervivencia al cáncer de mama hasta su publicación. Como conclusión el estudio encontró que a mayor consumo de soya menor era la mortalidad y la recurrencia. Esta asociación inversa no pareció variar entre mujeres pre y post menopáusicas y fue evidente en mujeres con tipos de cáncer con receptor de estrógeno positivo o negativo. La asociación también fue evidente tanto en cánceres en etapa temprana como tardía.
Este estudio también reveló que las isoflavonas de soya tienen el siguiente efecto en el cuerpo:
- Compiten con el estrógeno del cuerpo en la “carrera” por unirse a los receptores de estrógeno.
- Aumentan la síntesis de globulina transportadora de hormonas sexuales (disminuyendo así la biodisponibilidad de hormonas sexuales como el estrógeno).
- Reducen la síntesis de estrógeno y aumentan la eliminación de estas hormonas de la circulación.
Se cree que estos efectos antiestrogénicos podrían ser uno de los mecanismos subyacentes a través de los cuales el consumo de alimentos de soya se asocia con mejores resultados en el cáncer de mama.
Soya vs. Tamoxifeno
Además, este estudio encontró que el consumo de alimentos a base de soya se asocia con una mayor supervivencia, independientemente del uso de tamoxifeno (medicamento utilizado para el cáncer de mama).
Más aún, el estudio encontró que entre quienes consumieron altos niveles de soya, quienes consumieron adicionalmente tamoxifeno no experimentaron una mejora en las tasas de supervivencia con relación a quienes no lo consumieron. Más importante aún, las mujeres con el mayor consumo de soya y que no tomaron tamoxifeno presentaron un menor riesgo de mortalidad y recurrencia que las mujeres que sí lo tomaron y tuvieron el menor consumo de soya. Esto sugiere que el alto consumo de soya y el uso de tamoxifeno podrían tener un efecto comparable en la supervivencia del cáncer de mama.
Queda claro cual de las dos opciones es preferible. Ya lo decía Hipócrates: «que el alimento sea tu medicina».
Estudio 2: Ingesta de isoflavonas en la dieta y mortalidad por todas las causas en sobrevivientes de cáncer de mama: Registro Familiar de Cáncer de Mama, junio de 2017
Este estudio financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, se publicó en la revista “Cancer” e investigó los efectos de las isoflavonas de soya en sobrevivientes de cáncer de mama. Los investigadores recopilaron datos clínicos y dietéticos del Registro Familiar de Cáncer de Mama de 6,235 pacientes con cáncer de mama durante un período de 113 meses (9.4 años).
Los investigadores analizaron específicamente la ingesta de soya de estas mujeres y descubrieron lo siguiente:
- El consumo de alimentos ricos en isoflavonas de soya se asocia con una reducción de la mortalidad por todas las causas y
- Las mujeres que consumieron la mayor cantidad de alimentos de soya experimentaron una reducción del 21% en el riesgo de muerte. Esto se observó tanto en mujeres con cáncer de mama con receptor de estrógeno positivo o negativo, así como en mujeres que no recibieron terapia hormonal.
Estudio 3 – Consumo de soya tras el diagnóstico de cáncer de mama y supervivencia: Un análisis exhaustivo de la evidencia combinada de estudios de cohorte (que siguen a un grupo de personas) en mujeres estadounidenses y chinas, mayo de 2012
Este estudio conjunto entre investigadores chinos y estadounidenses se publicó en la revista Diario de Nutrición Clínica de Estados Unidos. Los investigadores dieron seguimiento a 9,514 sobrevivientes de cáncer de mama en Estados Unidos y China entre 1991 y 2006 y descubrieron que quienes consumían soya y sus isoflavonas presentaban una reducción significativa en la mortalidad por cáncer de mama y una reducción estadísticamente significativa del riesgo de recurrencia.
Estudio 4 – Soya, trébol rojo e isoflavonas, y cáncer de mama: Una revisión sistemática, noviembre de 2013
Esta revisión de estudios médicos, en la que investigadores canadienses analizaron diversas bases de datos médicas en busca de datos intervencionistas u observacionales en humanos, sobre la seguridad y eficacia de las isoflavonas de soya y trébol rojo en pacientes con cáncer de mama o con alto riesgo y descubrieron que:
- El consumo de soya puede estar asociado con un menor riesgo de incidencia, recurrencia y mortalidad por cáncer de mama.
- La soya no tiene efectos estrogénicos en humanos.
- El consumo de soya, en el contexto de la dieta tradicional japonesa, no parece representar riesgos para las sobrevivientes de cáncer de mama. Si bien no existe evidencia clara de efectos perjudiciales, se requiere mayor evidencia que confirme la seguridad antes de poder recomendar el uso de isoflavonas en dosis altas (≥100 mg) para pacientes con cáncer de mama.
Estudio 5 – Soya y sus isoflavonas: La verdad tras la ciencia del cáncer de mama, octubre de 2013
Esta revisión de estudios médicos previos se publicó en la revista “Anti-Cancer Agents in Medicinal Chemistry” (Agentes anticancerígenos en la química medicinal). El objetivo era investigar los efectos anticancerígenos y cancerígenos de las isoflavonas de soya en humanos y animales. Los investigadores no pudieron concluir que las isoflavonas de soya funcionan como estrógeno, sino más bien que presentan propiedades antiestrogénicas.
Sin embargo, el metabolismo de las isoflavonas difiere entre humanos y animales, por lo que los resultados de los estudios en animales podrían no ser aplicables a los humanos. Dado que la mayoría de los casos de cáncer de mama son receptores de estrogeno positivos, las isoflavonas de soya deberían ser consideradas como un posible agente terapéutico anticancerígeno y así justificar una mayor investigación.
Estudio 6 – Consumo de soya tras el diagnóstico de cáncer de mama y supervivencia: un análisis exhaustivo de la evidencia combinada de estudios de cohortes de mujeres estadounidenses y chinas, mayo de 2012
En esta revisión (metaanálisis) que fue publicada en la revista PLOS-One por investigadores chinos, se descubrió que el consumo de soya ayudaba a prevenir el cáncer de mama en mujeres de todas las edades. Los investigadores descubrieron que el consumo de soya reducía el riesgo de cáncer de mama en un impresionante 41%.
Estudio 7: Ingesta dietética y cáncer de mama en portadoras y no portadoras de mutaciones del gen BRCA en el Estudio Coreano de Cáncer de Mama Hereditario, diciembre de 2013
En este ensayo clínico realizado en Corea, los investigadores analizaron el efecto del consumo de soya en mujeres portadoras de mutaciones del gen BRCA y descubrieron que el consumo de productos de soya se asocia con un menor riesgo de cáncer de mama y presenta una interacción con la mutación del gen BRCA.
Precauciones importantes
Los suplementos y las proteínas en polvo que contienen proteína aislada de soya y fuentes concentradas de isoflavonas pueden no ser tan seguros como consumir alimentos integrales de soya mínimamente procesados. Más aún es mejor evitar los productos de soya que sean altamente procesados.
Llevar una dieta principalmente vegetal es enormemente beneficioso y ayuda a reducir considerablemente el riesgo de cáncer de mama (especialmente si se combina con ejercicio).
¿Qué nivel de consumo de soya se considera saludable?
De acuerdo con el estudio 1 un consumo diario de 11 gramos de proteína de soya son suficientes para obtener los beneficios observados, lo que equivale a beber aproximadamente media taza de leche de soya al día.
Referencias
- Soy Food Intake and Breast Cancer Survival
- Dietary Isoflavone Intake and All-cause Mortality in Breast Cancer Survivors: The Breast Cancer Family Registry
- Soy Food Intake after Diagnosis of Breast Cancer and Survival: an In-depth Analysis of Combined Evidence from Cohort Studies of Us and Chinese Women
- Soy, Red Clover, and Isoflavones and Breast Cancer: A Systematic Review
- Soy and its Isoflavones: the Truth Behind the Science in Breast Cancer
- Soy Food Intake after Diagnosis of Breast Cancer and Survival: an In-depth Analysis of Combined Evidence from Cohort Studies of US and Chinese Women
- Dietary intake and breast cancer among carriers and noncarriers of BRCA mutations in the Korean Hereditary Breast Cancer Study
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