Esta trucha en costra de quinua es horneada, pero marinada previamente en aceite de oliva y eneldo. Esta forma de prepararla hace que la trucha conserve sus jugos y que adquiera un sabor suave y delicado.
- 1 filete de trucha. Es preferible que sea un pescado grande porque así es más carnoso. Puede ser también salmón, eso dependerá de tu preferencia y disponibilidad. Yo prefiero particularmente la trucha porque donde vivo se consigue más fresca, ya que el salmón viene de más lejos. El filete que utilicé para preparar esta receta pesó 800 gramos y es sólo la mitad del pescado, ya que era uno grande. No es necesario quitarle la piel, ese es un trabajo algo complicado si es que no tienes práctica y además se va a salir fácilmente luego de cocinarla.
- 1/2 taza de quinua cruda. En este caso he utilizado la que viene con granos de distintos colores que le da mejor presentación.
- 1/2 taza de aceite de oliva.
- 1 cucharada de jugo de limón.
- 1/2 cucharadita de eneldo deshidratado. Si lo consigues fresco tendrías que usar una cucharada sopera.
- 1/2 cucharadita de sal. Pero en realidad es al gusto. No necesita mucha sal porque los productos que se utilizan aportan mucho sabor.
- 1 diente de ajo picado finito o cucharadita de ajo molido.
- Agua para hervir la quinua. En cantidad necesaria.
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Lava la quinua en agua dos o tres veces, cambiando de agua hasta que ya no salga espuma. Normalmente la que se consigue envasada ya ha sido tratada y no es necesario lavarla para quitarle la saponina, (compuesto que contiene la quinua, que si no es eliminado puede darle un sabor amargo. Se elimina lavándola repetidas veces).
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En una olla pon a calentar agua, aproximadamente en el doble de volumen que la cantidad de quinua. Cuando esté hirviendo el agua echa la quinua y déjala cocinar por 10 minutos. Es importante que observes este tiempo para que quede en la consistencia de “graneado”, requerida para esta preparación.
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Mientras se cocina la quinua, prepara la marinada de la trucha, poniendo en un tazón el aceite, la sal, el ajo, el limón y el eneldo. Mezcla bien para que se integren los sabores y echala en la fuente donde se va a hornear y espárcela bien (para ahorrar en lavado de trastes).
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Lava la trucha en agua, escúrrela y pónla en la fuente donde está la marinada, del lado interno, es decir el lado opuesto al que tiene la piel. Déjala reposar por al menos media hora, si es más tiempo mejor.
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Al cabo de los 10 minutos de estar cocinando la quinua, sácala del fuego, cuélala y pásala a otro recipiente para evitar que se siga cocinando. Le puedes poner un poco de hielo, tal como se haría con la pasta y dejarla enfriar. En ese caso debes ponerla sobre un colador para que drene el agua.
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Cuando la quinua está fría y la trucha haya tenido suficiente tiempo de marinado, voltea el filete para que el lado que no tiene piel esté para arriba (si tu filete ya no tiene piel no importa el lado). Con la ayuda de una cuchara, echa parte de la marinada encima de la trucha, para que tenga humedad y se pueda pegar la quinua.
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Coloca la costra de quinua con las manos, tratando de que se haga una capa, no muy delgada, presionando con los dedos para que se pegue y cuidando que sea uniforme.
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Precalienta el horno a temperatura máxima por al menos 5 minutos y coloca la fuente.
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Déjala a fuego alto por unos 8 minutos, para que se caliente más rápido y luego bájale el fuego a 180°. El tiempo total de horneado dependerá del tamaño del filete, si es uno grande como el de la foto, entonces será necesario una media hora. Así quedará cocido pero jugoso, a menos que te guste muy cocido. Si es un filete más chico, la carne será menos gruesa y necesitará menos tiempo, unos 20 minutos, pero siempre revisando antes de apagar el horno, con un palillo.
Sírvela con el acompañante de tu preferencia.