Salsa de tomate para pasta (pomarola), típica italiana y que es la base de distintas otras salsas. Se explica la forma tradicional de prepararla en Italia.
Agrega el tomate, la zanahoria, la cebolla y el apio a una olla, cuidando que los tomates queden abajo porque sueltan agua.
Enciende el fuego en medio-bajo y deja sudar por espacio de unos 40 minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando para evitar que se queme. Sabrás que está lista cuando todos los vegetales están blandos y despide un olor muy agradable.
Traspasa el contenido de la olla al vaso de la licuadora y dale una licuada breve, para que corte los trozos grandes que hayan podido quedar.
Vierte el contenido de la licuadora sobre un colador no muy fino ni muy grueso, poniendo un recipiente debajo para que reciba la salsa. Ayuda a que se cuele la salsa, raspando con una cuchara. Sigue haciéndolo hasta que solamente quede sobre el colador una especie de bagazo y veas que ya no sale nada de salsa. En la cara externa del colador se quedará parte de la salsa, puedes rasparla con la cuchara, acción que repetirás varias veces hasta que hayas terminado de colarla.
En el recipiente quedará una salsa bastante líquida, pero es solo el agua que contienen las verduras. Para que pueda ser usada como salsa para pasta, debe perder un poco de agua y para ello debes ponerla a fuego muy lento, revolviendo de vez en cuando y verificando que la consistencia sea la deseada.
Añade a la olla el aceite de oliva, la albahaca y un poco de sal y pimienta, pero ten en cuenta que como va a perder agua, el punto de sal puede aumentar un poco.
Cuando haya tomado consistencia, verifica el punto de sal y corrige, en caso de ser necesario. La consistencia debe ser tal que no sea tan aguada que se vaya toda al fondo del plato, pero tampoco tan espesa que sea difícil mezclarla con la pasta. Tu encontrarás el punto que más te guste.
Salsa de tomate para pasta (pomarola) https://alimentosanocuerposano.com/2018/09/24/salsa-de-tomate-basica/